CAPITULO 1

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Me desperté gracias al molesto sonido de mi incesante alarma, maldije para mí misma; las vacaciones habían llegado a su fin y con ello empezaba las clases en la universidad. A pesar de que me emocionaba la idea de asistir por fin a clases en lo que sería una nueva etapa de mi vida, me sentía un tanto nerviosa, pero hoy en la mañana estaba demasiado irritada como para levantarme tan temprano, les explicaré porque.

Verán, yo me había ido a acostar un poco tarde, pues me quedé viendo una de mis series favoritas, The Vampire Diaries, ¿la conocen? En fin, terminó hasta las 11:00 pm, ustedes podrían decirme que no es tan tarde, pero para mí sí, pues estoy acostumbrada a dormir a más tardar a las 10 de la noche, no me pregunten por qué, pero mi cuerpo me demanda ir a la cama temprano. Bueno como les decía, al terminar el capítulo, me tardé un poco más en dormir, pues me encontraba muy entusiasmada por entrar por primera vez a mi nueva escuela. Me emocionaba la idea de conocer a mis nuevos compañeros, los profesores, las instalaciones, etc. Por estar pensando en eso no pude dormir sino hasta la 1 de la mañana, y cuando por fin caí en un sueño profundo comencé a tener un sueño un tanto extraño, yo estaba en mi nuevo colegio y un chico- del cual no recuerdo su rostro, pues estaba algo borroso- me saludaba con una sonrisa perversa, yo le hacía caso omiso, pero conforme avanzaba el sueño se iba tornando en una pesadilla, él y sus amigos comenzaban a molestarme y decirme cosas que sólo en un sueño tienen sentido, el punto es que este chico me resultaba familiar y no recuerdo dónde lo había visto, sólo sabía, que por alguna razón él me conocía. Trataba de forzarme a hacer cosas que yo no quería, me daba uno que otro manazo o zape, como le quieran decir y me decía cosas que herían mis sentimientos, lo peor era que por alguna razón no podía defenderme, sólo pude preguntarle entre gemidos y lágrimas de angustia por qué me hacía eso. Sin problemas me dijo que me había advertido en el pasado que si me volvía a ver me iba a hacer la vida imposible, y que ahora estaba cumpliendo su promesa. Todo eso lo explicó antes de darme una bofetada, en ese momento desperté de golpe, con la respiración acelerada y sudando, era demasiado extraño que me encontrara en ese estado, es decir, no había sido un sueño tan extremo o tan malo como para que tuviera ese efecto en mí, pero es que se había sentido tan real que con sólo recordarlo un escalofrío me recorrió la espalda. Intenté relajarme, me dije "Sólo fue un sueño", un simple sueño, claro que eso no iba a suceder, tal vez me sentía tan nerviosa por mi primer día que mi subconsciente interpretó mi miedo de esta forma, no tenía de qué preocuparme, no era que fuera a cumplirse... o ¿sí?, pues claro que no, lo único que tenía era que estaba paranoica, sin embargo ya no había podido dormir otra vez por más que lo hubiese intentado. Eran las 4 de la mañana y no faltaba mucho para que tuviera que prepárame para asistir el primer día a clases. A eso de las 4:30, por fin pude dormir, pero no me duró mucho el gusto, pues mi alarma comenzó a sonar.

No tuve más remedio que pararme a regañadientes, y tender mi cama, para después elegir mi atuendo de ese día, que consistió en unos jeans no muy ajustados, pero que estilizaban mis piernas, una blusa negra sin mangas que se amoldaba perfecto a mi torso, haciéndome parecer más delgada de lo que ya era. Me puse unas zapatillas no muy altas y ondulé mi cabello, posteriormente enchiné mis pestañas y coloqué un poco de rímel en éstas, para después colocar delineador y un poco de sombra en mis ojos, y para el toque final deslicé por mis labios un poco de color rojo rubí. Estaba lista, ya sólo me faltaba desayunar y después partir a la Universidad.

[...]

Al llegar a la escuela, me bajé del autobús que tomé para llegar hasta aquí. Me aproximé lo más pronto posible, no era tan tarde, pero estaba tan emocionada que no quería dejar pasar ni un minuto más. Al entrar a la escuela, busqué sin miramientos mi salón, saqué mi horario de clase para saber en dónde serían mis primeras clases.

Una vez que lo había identificado, me encaminé hacia él. Ya adentro, elegí una butaca y tomé asiento, esperando a que llegara el resto de mis nuevos compañeros. Aún faltaba media hora para que iniciaran las clases, tal vez había exagerado con algunas cosas, como poner mi alarma tan temprano, arreglarme y desayunar a la carrera, y salir de mi casa como alma que se la lleva el diablo. Decidí entonces ponerme mis audífonos y escuchar algo de música. No pasó mucho tiempo cuando me dieron unas ganas enormes de ir al baño, me puse de pie, y salí en busca del sanitario. Después de terminar de hacer mis necesidades, me miré al espejo para asegurarme que mi maquillaje no se haya corrido, ¿acaso tiene algo de malo un poco de vanidad?

Salí del baño, como aún faltaban 15 minutos para que empezaran las clases quise quedarme un rato afuera del salón y admirar un poco con más detalle las instalaciones. Estaba muy concentrada intentando buscar la biblioteca cuanto siento que alguien me toca el hombro, volteé mientras me quitaba un audífono, quise ser amable y le saludé con una pequeña sonrisa.

-Yo: Hola...

- XXX: ¿Te acuerdas de mí?

En ese momento la sonrisa que se había dibujado en mi rostro desapareció, cambiando el sentimiento amigable, por uno de verdadero miedo. Esos ojos, esa sonrisa perversa, esas palabras, se parecían a las de mi sueño de anoche. Casi se me sale un grito cuando identifiqué el rostro de aquel chico era...


DO YOU REMEMBER ME?(ANDY BIERSACK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora