El sueño de muchas chicas

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23 de febrero 2023

Un finde cualquiera de invierno. Era jueves, último día de clase (para mí, porque las asignaturas que tocan los viernes las tengo convalidadas). Vinieron a clase de Cabina (para los que no sepáis que asignatura es, es una asignatura en la que se dan masajes y tratamietos), clientas reales. Yo tuve que hacerle desmaquillado y masaje de pindas facial a la clienta que me tocó y mi compañera se lo hizo corporal. Al terminar nos dio algo de dinero a cada una.

Cuando llegué a casa, me fui al Telepizza a cenar con mi madre y mi hermano. Durante la cena, mi madre y yo estuvimos hablando sobre el chico con el que estoy. Aún no somos nada serio pero llevamos dos meses y medio. También le conté con los que he estado y sobre que me quiero apuntar a karate porque me vendrá bien para mi salud mental, que últimamente la tengo un poco mal.

Estaba jugando el Barcelona, que desde hace poquito me está gustando el fútbol por culpa de un jugador de dicho equipo. No es muy difícil saber cuál porque casi todas las chicas de mi edad están locas por él.

Viendo los demás partidos que tienen pendientes vi que en un mes juegan contra el equipo de mi ciudad y me quedé un poco loca porque no sabía que seguían en primera división, ya que el presidente de ese equipo en vez de gastar dinero a favor del club se lo gasta para su propio beneficio. Y cuando vi que jugaban aquí, tenía la necesidad de ir a aquel partido.

Al día siguiente, viernes, mis amigas del verano fueron a la ciudad donde veraneamos, como otros findes de este invierno han hecho. Yo vivo a media hora. Lo cual lógicamente fui. Pues yo no soy muy de tener amigas porque todas las amistades de chicas me dan muchas vibras a competición y envidia. Así que para amistad prefiero chicos, son mucho mejores para mi gusto (sigo hablando en tema amistad, en tema de algo mas no lo son tanto) y me siento más cómoda y segura con ellos.

Por la mañana cuando me levanté, recogí un poco mi cuarto que estaba hecho un desastre, me preparé la mochila para este finde y me puse a estudiar. Pues la semana que viene son las recuperaciones y tengo tres teóricas y mínimo una práctica.

Cuando llegó la hora, cogí mis cosas y me fui a pillar el bus para santa pola. Fui la primera en llegar así que me senté en un banco a esperar, pues ellas no tardarían mucho. La primera en llegar fue Paola y por último Rafaela, aunque la llamamos Ela.

Fuimos a casa de Ela, pues dormiríamos este finde allí ya que el anterior fue en mi casa, y cada vez dormimos en una.

Al rato vino a recogernos Jose, y nos fuimos a elche. Recogimos a su prima Sara y nos fuimos al aljub a cenar. Después pasamos el rato en los recreativos de la bolera y después dejamos a su prima en su casa y nos volvimos a santa pola.

Al día siguiente me iba a levantar temprano para estudiar, pero del sueño que tenía no pude. Al medio día, fuimos a elche de nuevo, porque los chicos tenían partido de fútbol 7. Ahí sí que estuve casi todo el partido estudiando.

Vi a Víctor, un chico que vi la primera vez que vinimos y me gustó bastante. Estuvimos un tiempo hablando, pero él ya estaba conociendo a una chica así que quedamos como amigos. Yo le saludé, pero él a mí no.

A la vuelta, pillamos comida para llevar y comimos en casa de Ela. Por la tarde vino Ignacio y mientras yo estudiaba, ellos vieron el partido Atlético vs Real Madrid.

Por la noche yo iba a salir de fiesta con Ignacio y unos amigos suyos. Pero me encontraba mal así que no fui. Dylan, Ela, Paola y yo fuimos a cenar kebab y mientras estábamos cenando Víctor me escribió diciéndome que no me había visto ni me había reconocido. Después de cenar volvimos a la casa y yo ya me fui a dormir de lo mal que me encontraba.

Al día siguiente estuvimos toda la mañana en la casa. Y al medio día, Ignacio, Paola y yo fuimos a por la comida. Después recogimos la casa y cada una se fue a su ciudad. Los chicos pues al ser del mismo sitio donde veraneamos no se tuvieron que ir.

1 de abril 2023

El día del partido, me puse la camiseta de pedri que me la compré aquel finde en santa pola y me fui al estadio. Mi madre me consiguió las entradas. Pues ella conocía a un chico que conocía gente del ayuntamiento y me las consiguieron. Además, el padre y la hermana de Paola eran del Barcelona también. Solo que el padre no podía venir así que asistimos las tres. La hermana de Paola tenía 12 años y era futbolista en el equipo de su pueblo. Entonces el presidente de su equipo tenía contactos en el Barcelona y consiguió que la chiquilla pudiese conocer a los dos jugadores que ella quisiera. Y como ella sabía que a mí me gustaba pedri, le eligió a él y a su jugador favorito, gavi. Y para que pudiese verle de cerca quiso que, en vez de su hermana, entrase yo con ella. Así que, tuvimos que estar antes del partido allí. A Paola, para que no tuviese que estar en la calle, la dejaron pasar a las gradas.

El señor que nos había recibido nos acompañó a una sala donde se encontraban aquellos dos jugadores más deseados del club. Nos recibieron con una sonrisa muy simpática. Nos hicimos fotos y estuvimos charlando. La hermana pequeña de mi amiga les enseñó su álbum de fotos de su club de futbol que tenía los mismos colores que el Barcelona porque el presidente del club era culé. – Y ¿qué sois hermanas? – preguntó el jugador de mi izquierda.

Pues estábamos sentados en un banquillo que había en la sala. A mi derecha tenía a le hermana de mi amiga y al otro lado de ella estaba mi jugador favorito. – No – le respondió la chiquilla. – Es la hermana de una amiga mía, pero como me empezó a gustar el futbol hace poco, esta niña tan bonita de aquí me hizo el favor ya que el culpable de que me haya vuelto a gustar el futbol es el que tiene a su derecha – respondí, y todos nos reímos. – Has dicho que te ha vuelto a gustar, ¿por qué te dejó de gustar el futbol? – preguntó mi jugador favorito.

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