12

5.8K 684 125
                                    


Habían despertado en los brazos del otro, acurrucados como la verdadera pareja que eran. Roier fue puntual en despertarse porque, aunque hubiera tenido la mejor noche de su vida, no se olvidaba de los deberes como padre, no quería abusar de la confianza con Nessa, la niñera. Se enterneció con la imagen de Cellbit a lado suyo, sonrojado al recordar lo que había pasado la noche anterior. Su costumbre era tomar té antes de salir de casa, así que había besado en la sien a su amante y bajado a prepararse una taza.

No contaba que el cenizo venia atrás de el para darle un abrazo, haciendo que se derramara un poco el agua.

—Lo siento, interrumpí tu ritual de tomar té —se disculpó el cenizo.

—no te preocupes

Roier rio por lo bajo, abrazado de Cellbit.

Ambos tomaron su respectiva taza de té, hablando de todo y de nada. Llegó momento de ducharse e ir por sus hijos a casa de Cellbit.

—Tenemos que poner horarios para los niños —propuso Roier mientras se terminaba de vestir.

—¿Horarios?

—Claro, no estarás pensando dejarlos cada fin de semana con Nessa o con mi familia para que nosotros tengamos sexo

—No, estaba pensando una solución más sencilla

Roier arqueó una ceja. —¿En serio? Te advierto desde ahora que nuestra relación no cumple 24 horas aún. Necesitamos tomarnos un tiempo antes de informarles a mis padres y a nuestros hijos

—Nuestros hijos son prácticamente hermanos. Si sus padres quieren estar juntos no creo que sea problema para ellos. Actualmente hay más aceptación entre las parejas gay

—Scherbius, ni tu ni yo somos gay... Somos un par de personas que se enamoraron y resulta que somos del mismo sexo, es todo

—Claro, nada gay —respondió el cenizo con sarcasmo. Tomó la barbilla del otro para darle un beso y palmear su trasero. —Pero, hablando en serio... Quisiera que viviéramos juntos. Aunque no haya recuperado la memoria por completo, sé que hemos pospuesto muchos planes por mi accidente

Roier meditó un segundo, pero la respuesta era obvia. —Yo dirigiré la mudanza

Cellbit no le hizo el amor solo porque ya estaban retrasados en la salida. Habían prometido encontrarse con Nessa a mediodía y acababan de hablar sobre su futuro.

Cellbit estaba al volante y aprovechó un semáforo en rojo para robarle un beso a Roier, que solo se sonrojo con el acto. El cenizo sonrió triunfante hacia su pareja.

—¿Siempre eres tan lindo? —dijo para sonrojarlo más.

—Tú eres demasiado oportuno, Cellbit

—¿Lo soy?

—Hacer que me enamorara de ti es prueba suficiente

—Oh, pensé que te habías enamorado de mí por mi inteligencia, mi galantería natural, mis besos o por mi-

—¡Hay que llevar a los niños por helado! —cortó abruptamente la frase, aunque sí... Cellbit era un salvaje en la cama.

—Oh, olvidé decirte que para nuestro aniversario, te pediré matrimonio

—¡¿QUEEEEÉ?!

Tenían muchos temas de conversación por delante.

Niños, mejores consejeros |GuapoDuo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora