PRÓLOGO

4 0 0
                                    

Un año y medio antes, cursaba 4° de la ESO y tenía 15 años.

Estaba en casa de mi novio como cada viernes, solo nos veíamos ese día a la semana porque él, Erik, estaba cursando 2° de bachillerato, y no tenía mucho tiempo libre, yo siempre agradecí que me pudiera dedicar ese tiempo, valoro mucho eso de las personas. Estábamos en su habitación hablando de la vida y contándonos lo que habíamos hecho durante ese día. No tardé en sacar el tema de mis estudios para el año que viene, ya que iba a comenzar bachillerato en septiembre. Me hacía mucha ilusión que él comenzara la carrera, todavía no tenía clara cuál estudiar, pero yo sabía que le apoyaría en la decisión que tomara.

En aquel instante tuve miedo, en las primeras semanas de nuestra relación le comenté que me gustaría estudiar el bachillerato de la rama social, con economía, geografía, historia... y su respuesta no fue... muy empática que digamos. Me dio a entender que ahí solo se mete la gente que no vale para estudiar. Decidí sacar el tema.

- Amor, tengo que hacer la matrícula en el nuevo instituto y no sé ni en qué modalidad meterme

-Te veo interesada en las ciencias, podrías hacer el tecnológico como yo.

-Pero las carreras que más me gustan están relacionadas con el social.

-¿De verdad te vas a meter ahí? - riéndose - Qui val val i si no al social.

-Es que lo que tú estás haciendo en segundo me da miedito la verdad.

-Eres más lista que yo, seguro que te lo sacas con media de 9 o más.

-Podría intentarlo - dije dubitativa.

-Claro que sí, amor, además, si seguimos juntos cualquier cosa me tendrás aquí.

Le besé unos instantes de una forma muy delicada.

-Seguro que sí.

................................................................................................................................................................

Un mes y medio antes de la actualidad.

Mis nuevas amigas y yo habíamos decidido reunirnos en un bosque cerca de nuestra ciudad para hacer un pícnic con la escusa de que era el cumpleaños de Sophie. Se me hacía raro llevar a cabo planes que había anhelado por tanto tiempo. El no tener amigas hasta los 16 me ha causado muchos problemas así. Estuvimos toda la tarde charlando hasta que empezó a oscurecer.

-Creo que deberíamos ir recogiendo, se va a hacer de noche al final. — dijo Amaia.

-Tienes razón, raro es que mis padres no me hayan preguntado a qué hora volveré a casa. — dijo Hana riéndose.

-Vale, pues, la historia que os he comentado antes, os la cuento el lunes en clase – dije dejando caer la bomba.

Todas me abuchearon casi enfadadas conmigo. Si hay una cosa que nos caracterizase era que nos encantaba el chisme.

-Mientras recogemos nos cuentas tu vida amorosa. — sugirió Amaia.

-De acuerdo, empecemos por el principio, que aquí hay para rato – dije finalmente.

Todas se rieron conmigo.

-Hace cosa de un año, comencé a salir con un chico dos años mayor que yo, de hecho está en primero de carrera haciendo ingeniería química, y bueno, todo comenzó bien, estuvimos un mes hablando y quedando, y finalmente me lancé y me lie con él. Yo no esperaba empezar a salir con él en ese mismo momento, pero mira, oye que el chaval me lo pidió justo en ese momento, todo muy rápido, pero así fue. Yo en aquel momento me llevaba bien con mi ex y este chico, Erik, pues no le hacía ni puta gracia, y esto no me lo dijo hasta los dos meses de salir. Bueno, de todo esto salió una relación muy tóxica, si yo no le decía que había hecho con él aquel día ya me acusaba de cualquier mierda, porque claro íbamos juntos a clase. Pero bueno, estaba tan enamorada que no me daba cuenta. A los ocho meses le dejé porque el muy gilipollas me dijo que no le gustaba cómo era yo con el resto de personas. ¿Pero tío, entonces qué coño te gusta de mí? Y decidí que me merecía mucho más que eso que estaba viviendo, porque lo raro era que hubiera un día que no llorara.

-Tía, pues la única vez que le vi no aparentaba nada de eso. — soltó Paula.

Paula era la única "amiga" que conservaba de mi antiguo instituto. La toleraba, pero no me hizo mucha gracia darme cuenta unas semanas antes de empezar las clases de que estudiaríamos juntas en el mismo instituto y misma clase.

-Ja – me reí —, pues para colmo cuando lo dejamos va y me dice que no se sentía cómodo con las mujeres, y que seguramente acabaría siendo gay.

-¿Pero y este tío? – soltó divertidamente Amaia.

-Pues mira. Total, ¿qué hice yo ese mismo día? – dije antes de arrepentirme – Liarme con mi otro ex, Liam.

En este instante mis amigas me miraron incrédulas, pero sus miradas no me estaban juzgando, pero como siempre tenía que justificar mis actos de alguna forma.

-A ver, algo prohibido siempre tienta – dije excusándose

La tarde acabó resultando ser muy divertida, empezamos a forjar un grupo donde todas nos sentíamos bastante cómodas.

Estáis acabando conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora