La rata salió de aquel Kebab muy triste porque no se lo dejaron gratis, es muy tarde y no ha comido en días, paseó por las calles de Albacete hasta que se desmayó de cansancio.
La rata despierta a la mañana siguiente, no está en la calle y no ve el sol, se pregunta si sigue siendo de noche mientras empieza a abrir los ojos.
Abre los ojos y se da cuenta de que está sentada, está atada a una silla con celo de estampado de fresitas.-Que...- balbucea la rata mientras investiga con la mirada el cuarto en el que se encuentra.
-Veo que te has despertado- dice una voz extraña.
-No
-Cómo que no
-Soy sonámbula
-Ah- dice el sujeto antes de encajarle un martillo en el cráneo a la rata por graciosa.
La rata calva egipcia de Arabia azul pierde el conocimiento (otra vez) y está un mes en coma.
-Tío por qué sigo aquí y por qué tengo un puto agujero en la cabeza tío ya os vale jo- dice la rata al despertar.
No hay respuesta.
-Ostia que me cago- dice la rata y a continuación empieza a gritar despavoridamente por auxilio ya que si no iba al servicio en unos instantes se iba a cagar encima.
-Macho que pesao que me estaba echando un uno con mis colegas que quieres tío- dice un hombre entrando por la puerta.
La rata no aguanta más y explota y de la onda expansiva revienta a las personas del edificio junto con el resto de ciudadanos en un radio de 19817'24 kilómetros.
-Uy- dice la rata quitándose el celo de fresitas con cuidado de no estropearlo para después irse de aquella habitación oscura con olor a humedad y a pienso de perro en la que había estado tanto tiempo.
La rata sale de la habitación y llega al interior descompuesto de un edificio, sale de este y al poner un pie en la calle es arestada por una abuela policía de 285 años.
-Macho dejarme en paz te lo juro- le dice la rata.