1. Explosión

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Alexby

Dejé la taza de té en la pequeña mesa que estaba frente a mi, giré mi sofá para ver por el ventanal de mi hogar. Se podían ver todas las luces de los faroles encendidos, realmente era un ambiente lo suficientemente bonito como para apreciarlo en ese estado.
Una lágrima recorrió mi mejilla, un sentimiento melancólico me carcomía, y ver aquel ambiente en silencio me hacía sentir aún peor que antes.

Quizás solo sea porque pronto vendrá mi celo, y no tengo más supresores que usar, tendré que ir al hospital a qué me den más.
Me quedé sentado en el sofá, escuchando los pequeños ruidos que causaban las cosas afuera. Desde dentro no había ni un solo sonido, que tristeza.
A mi cabeza solo vino la imagen del rostro de Amidala, luego de tantas cosas que hicimos juntos, al final nunca funcionó. Ya es la tercera vez que pasa. Primero Alexa, después Aleia y ahora Amidala.
No funciono en las relaciones amorosas con alfas, en ninguna, y ni hablar de relaciones con alfas dominantes.

Al recordar mi única, y más larga relación, solo pudieron salir lágrimas de mis ojos. Me hacía mal seguir pensando en eso, solo quiero irme a dormir, pero no tengo la suficiente fuerza como para moverme del sofá.
Me recosté, y aunque el sofá no fuese tan largo, yo entraba perfectamente en él. Había una manta por ahí dando vueltas, la tomé y me cubrí con ella.

— Espero y mañana sea un gran día... - Dije en voz alta, para recostarme más cómodamente mientras me tapaba bien con la manta - ... o al menos, uno mejor que hoy

(...)

Me desperté asustado al escuchar el claro sonido de una explosión, la cuál se escuchó a nada de mi hogar. Claramente alguien estaba dando vueltas, y no para pasear al perro.
Iba a dejarlo pasar, ya que había dejado que Jimmy se quedara dentro de casa... O no.
Me dí la vuelta y miré para toda mi casa, viendo que claramente Jimmy no estaba dentro. Claro, el día de ayer había dejado que él volviera a su jaula para que se acostumbre de nuevo al clima caluroso.

Me levanté rápidamente, me vestí tan rápido como un rayo y salí disparado hacia afuera. Me había olvidado de prender las lámparas externas, así que solo llegué a ver lo que daba de la luz de la luna.
Escuché como los árboles de abajo caían, resonando fuerte junto con un grito inaudible.

— ...Ostias - Escuché una voz desde la jaula de Jimmy

— ¿Quien anda ahí? - Dije para que claramente la persona del otro lado me escuchara

Se formó un completo silencio, lo único que pude oír fue unas pisadas alejarse.

— ¡Alto ahí! Que ni se te ocurra irte, ya oí tu voz, ¡Sé quién eres! - Realmente no tenía idea de quién era la otra persona - ¡Soy agente de policía, puedo ponerte bajo arresto con solo mover mi mano!

Los pasos se detuvieron. Mis ojos veían un poco más claro que antes, así que pude ver a la persona que había cometido el crímen. Aunque no sirvió de nada, porque iba completamente vestido de negro, a excepción del rostro, en el cuál tenía una máscara blanca con una gran sonrisa.

Verlo ahí quieto, parado inmóvil, a altas horas de la noche y sin una pizca de luz, realmente era muy inquietante. Dios, quien quiera que sea, tenía un aura espeluznante. Aunque en cierto punto me hizo sentir débil, podía sentir las feromonas de un alfa demasiado cerca.
Podía ver cómo se acercaba a mi, realmente no pude hacer nada, ya que las feromonas se hacían cada vez más fuertes con cada paso que hacía.

Mi vista se nubló por un segundo, me desvanecí cayendo de rodillas frente a esta persona. Aún seguía con mi compostura, pero no estaba completamente independiente de mi cuerpo.

Se agachó junto a mi y me tomó en sus brazos, abrazándome. Mi cuerpo, ante un intento de "defensa" natural, comenzó a soltar feromonas.
Su cuerpo comenzó a soltar estas mismas junto a las mías. Lo raro era que no se sentía mal, era reconfortante.
Tan tranquilo... Se sentía el sereno de la noche, en verdad parecía estar en un paraíso. Me encantaría saber quién es la otra persona del otro lado de aquella máscara.

— Lamento todo esto, no quería que eso explotara justo ahí - Pude oír su voz de más cerca, pero hablaba en un tono tan calmado que no lo reconocía en nadie - Pronto lo arreglaré, quédate tranquilo de que lo haré

Se levantó, al mismo tiempo que me cargaba en brazos para llevarme dentro de casa. No sentía miedo, más que eso solo me sentía reconfortado.
Me volvió a dejar en el sofá, arropándome con la manta, cerró mis ojos y me dejó ahí. Antes de irse, sentí como plantó un dulce beso en mi mejilla, y aún podía sentir sus feromonas por todas partes.

Oí como cerraba la puerta y sus pasos se alejaban hacia afuera. Me sentí tranquilo después de eso, escuché los gimoteos de Jimmy y el ruido de cosas moviéndose, lo más probable es que verdaderamente haya arreglado lo que hizo.
Quise volver a dormir, ahora más tranquilo y no tan melancólico. El olor a cítrico que había dejado recorría mis fosas nasales una y otra vez, inclusive lo pude sentir hasta cuando dormía.

(...)

Desperté tranquilo, con el sereno de la mañana y el sol pegando fuerte y firme por las ventanas de mi casa. Sentía el sonido de los pájaros piar fuera en el patio, parecía que hoy iba a ser un gran día.
Me senté en el sofá, aún con la fiaca y el cabello revolucionado, con la manta en las piernas. La mañana estaba fresca por lo visto, o yo andaba muy desnudo.

Me levanté del sofá y puse la manta como una falda para cubrirme las piernas. Tampoco quería que algún visitante sorpresa vea mis dignidades.
Miré a todos lados para ver cómo había amanecido hoy Karmaland, posiblemente algo falte o haya algo que no tendría que estar. Mirando atentamente, pude reconocer que la jaula de Jimmy estaba tapada, de muy mala manera, pero tapada a duras penas.

Al ver eso, recordé al instante lo que sucedió anoche. Encerio había arreglado la liada que se mandó, quien quiera que sea, me cae bien. Ojalá y conocer a esa persona, que lindo sería volver a sentir esas feromonas cítricas.

- ... -

- Alex Necesita un Alfa - (Fargexby) CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora