Prólogo

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La noche que lo inicio

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El sol comenzó a salir, llenando el cielo del clásico color naranja de las mañanas, para muchos el inicio de un bello día

Dentro de un hogar, podemos visualizar a una persona dormida, un esqueleto para ser exactos. Cuando los rayos solares llegaron a sus ojos por medio de una ventana comenzó a despertar, lentamente "abrió" una de sus cuencas, suspiro de fastidio e intento acomodarse de nuevo para volver intentar dormir, cosa que no funciono

con flojera, se sentó en el borde de su cama y froto sus "ojos" , cuando estos se acostumbraron a la luz, comenzó a vestirse con su característico traje de mariachi

Bajo las escaleras de su hogar con lentitud, entro a la cocina y comenzó a prepararse un café, mientra lo hacía, comenzó a escuchar un piano

~inicias la semana con un rostro amargo🎶~ ~horrible como todo un perdedor🎶~

Poco intento ignorar la canción al buscar un vaso y una cuchara

~te comes un cereal muy viejo🎶~ ~después de verte al espejo y te preguntas si la vida te dará algo mejor🎶~

Poco- ok Primo ya entendí, ¿puedes parar?-

Primo- lo siento Poco, necesitaba practicar mis habilidades de piano-

El luchador salió de un cuarto a acompañar a nuestro protagonista

Ambos se sentaron en la mesa junto a sus tazas de café, el silencio abundaba, por lo que iniciaron una conversación

Primo- entonces... Cómo te fue ayudando en la decoración para la fiesta de esta noche? - pregunto -

Poco- agotador... Pero logramos alistar todo, lo único que faltaría sería que Barley repusiera sus botellas faltantes-

Primo- vientos -

Comenzaron a platicar trivialidades mientras tomaban el café, en un momento, Poco sintió un fuerte escalofrío, siendo notado por el luchador

Primo - estás bien? - Poco suspiro ligeramente preocupado -

Poco- si, pero... ¿No has sentido que nos observan? -

Primo- todo el tiempo, ¿olvidas que R-T tiene cámaras por todos pinches lados? -

Poco- no, no me refiero a ese tipo de observación , es como si alguien detrás de una ventana nos estuviera viendo... Incluso lo siento cuando me baño-

Primo- muy bien, dos cosas, uno, ¿te bañas?, y dos, ¿quien en su vida quisiera ver a un esqueleto desnudo? -

Poco- hay gente con fetiches muy raros Primo... Y me sigo bañando porque mis huesos se ensucian-

Primo- eso tiene sentido para mí -

No dijeron nada muy importante después de eso. Terminaron sus cafés y salieron de la cocina rumbo a la sala a echarse como focas en los sillones

<[horas más tardes]>

Poco se encontraba arreglándome una corbata a su amigo luchador, aun estaba sin camisa pero eso era lo de menos

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