Desde que mi padre viajo a Estados Unidos, precisamente a Boston, hace una semana, ha estado actuando raro, esta mas serio y enojado que nunca, aun que, para sus casi 60 años, podemos decir que verlo enojado es muy común.
Mi padre Alessandro Klein es el actual jefe de la mafia Italiana. Esta próximo a entregarle el puesto a mi hermano mayor Aidan, quien pronto cumplirá 30 años, y ha sido capo por los últimos 10 años en roma.
De mi madre no puedo decir mucho, ya que murió al dar a luz a mi hermanita menor, Alice, hace 15 años.
-Alina, necesito hablar contigo- dijo mi padre mientras entraba a mi habitación.
-Claro padre, que pasa- deje el libro que leía, sobre la mesita de noche.
Es raro que mi padre me busque, al menos que sea para hablar de algo realmente importante. Siempre está ocupado en el trabajo.
Nunca pasa tiempo con nosotras, Alice y yo siempre estamos solas, desde que mamá murió, mi padre se ha centrado en el trabajo y en Aidan.
Alice y yo hemos pasado a segundo plano, me he encargado de ser para ella todas las figuras posibles: madre, padre, amiga y hermana. Claro que en el medio en el que vivimos, eso es muy difícil. Vivir rodeada de peligros y de gente mala, porque eres parte de la mafia, digamos que no es algo muy bonito.-Como sabes, hace una semana he ido a Boston, por cosas del trabajo. Han surgido algunos imprevistos, falleció Romano Moree, el jefe de la mafia de Boston, y su hijo acaba de tomar su lugar como jefe.-
- Romano y yo habíamos llegado a un acuerdo para crear alianzas, habíamos decidido casar a nuestros hijos, pero ahora que ha muerto pensé que eso, ya no era una opción, pero Owen Moree el hijo mayor de Romano, me llamo, fui a Boston a hablar con él, y está de acuerdo en seguir con los planes que tenía con su padre. - dijo mientras me observaba detenidamente.
-Alina, te casaras el fin de semana- mi corazón, dejo de latir.
Como que me casare. El aire me empezó a faltar, no puedo irme solo así, quien cuidara de Alice.-Hija, es hora de que te cases, esto era algo que ya tenia contemplado junto con Romano, como sabes, él era mi único amigo verdadero dentro de este círculo, sabes que, en la mafia, no puedes confiar en nadie, tienes 19 años, es mas que buena edad para dar este paso- mi padre esta loco.
-Que pasara con Alice, tu ni siquiera vez que existimos, desde que murió mamá, estas mas absorto en el trabajo y en Aidan- No vi en que momento la mano de mi padre se estrelló en mi mejilla, solo sentí el dolor.
-No eres la madre de Alice, ella murió el día que tu hermana nació, y ya estas advertida Alina, el fin de semana es tu boda, así que ve realizando los malditos preparativos- dijo mi padre mientras azotaba la puerta de mi habitación y salía rumbo a cualquier rincón a ahogar sus penas.
Esta más que claro, que mi padre aún sigue en duelo por mi madre. Prohibió mencionarla en esta casa desdés su partida. Siempre me he preguntado, como seria perder al amor de tu vida.
Todos los matrimonios en la mafia son arreglados, para crear alianzas, para pagar deudas, por venganza, etc.
Pero muy pocos matrimonios eran realmente felices. Como el de mis padres, aun recuerdo y atesoro todos esos momentos en que todo era felicidad en casa, y no como ahora, un silencio, una casa vacía y sin vida.
Sabia que tarde o temprano, mi padre o mi hermano, me comprometerían, a cambio de algún beneficio o alianza. Pero el echo de tan solo pensar en separarme de Alice. Me afecta. No se, como tomara la noticia.
Toque dos veces la puerta de la habitación de Alice, se escucha un "adelante".
-Alice, necesitamos hablar- Mi hermana deja de cepillar su cabello, y me mira a través del espejo de su tocador.