Two feets ᜊ Taekook

17

Jimin estuvo de acuerdo con esto, pero antes quería conocerme.

Tuve que ponerme mi mejor ropa al igual que Jae.

Llegamos y olía delicioso, algo que probablemente nunca podría digerir.

Tenías a tu bebé entre tus brazos y Jae te miró junto a él, luego se aferró a mi pecho y soltó un sollozo bajito.

¿Se habrá dado cuenta de que no lo amas?

Nos sentamos todos a la mesa y Jimin me llenó de preguntas.

Me preguntó por nuestra relación antes de irme...

¿Que se supone que debía decir?

Solo dije que fuí feliz en ese tiempo, mientras veía tu incómoda expresión.

¿Sabrías que aún te amo?

A la hora del postre podía sentir lo poco que comí en la garganta, era difícil digerir que ya tenías la felicidad que tanto te costó encontrar, me hubiera gustado hacerte feliz.

Los recuerdos me inundaron otra vez.

Tú la noche antes de que todo se fuera a la mierda.

Tú basándome.

Tú acariciando mi pancita.

Tú dejándome solo en la cama...

Volví a la realidad cuando oí el llanto de Jae y me di cuenta de lo que estaba pasando.

Yo no debí volver, no tenía por qué estar sentado en esa mesa junto a ti, me estaba haciendo daño y a mí bebé.

Tomé mis cosas y me despedí de Jimin, agradeciéndole por la comida.

Te ofreciste a llevarme y me negué, pero la suerte no estaba de mi lado, había comenzado a llover.

Me tuve que subir a tu auto y aguantarme el llanto.

¿Hice algo mal?, ¿por qué yo tenía que estar sufriendo?

Quizá era tiempo de seguir adelante con mi vida y dejarte ir.

Pero me lo impediste en el momento en que entraste a mi casa.

Querías asegurarte de que Jae durmiera y te quedaste con el hasta que lo hizo.

Te vi todo ese tiempo, no había mucho cambio en tu forma de ser.

Te amaba en ese entonces, te amo ahora...

Te amo aunque hayas abandonado a tu hijo y a mí, y estoy seguro de que el también te ama.

Lo dejaste durmiendo y me fuiste a buscar a la habitación para despedirte.

Me levanté de la cama y me limpié los ojos, sería ésta la última vez que te vería.

"Ya me voy, Jungkook"

Dijiste con un tono frío, y nuevamente recordé lo que pasó.

¿Tanto me odiabas?

"Te iré a dejar a la puerta"

Dije mientras me ponía la bata de seda que alguna vez me diste.

Caminé a tu lado hasta la puerta y sentí como mi corazón latía desesperado.

No te iba a atar nuevamente a mi, ya eras libre.

Me miraste y te miré de vuelta, pude ver esos ojos llenos de culpa y arrepentimiento.

Quizá era mi imaginación.

"Taehyung"

Llamé tu nombre una vez más antes de que te fueras, la lluvia estaba empapando tu abrigo y volviste a entrar.

Sentí tu olor en mis fosas nasales, y tus labios sobre los míos.

Estábamos cometiendo un error...

Traté de irme, lo intenté pero no pude...

Eras tú el que me ataba.

Esa noche pude sentirme vivo otra vez.

Bajo tu cuerpo y tu calor, tomando todo lo que me dabas sin quejarme.

Tú quizá lo viste solo como sexo, como un pasatiempo, o como un regalo por pena.

Que triste que yo me haya ilusionado con ese toque por arrepentimiento, con esas palabras baratas y con esas caricias vacías.

Pude negarme, pude darte una cachetada y cerrarte la puerta en la cara, pero no. Ahí estaba dejándome hacer por tí, porque no me importa si me usas, solo me importa hacerte feliz.

Y quizá ni siquiera te hacía feliz, tal vez Jimin no quería tener sexo y me usaste para eso.

Pero ahí estabas, llenandome una y otra vez, en un vaivén rápido y tortuoso, en un baile que solo tú conocías, y en un juego en donde yo estaba perdiendo.

Siempre soy yo el que pierde cuando se trata de ti.

Te diste cuenta de lo que hacías cuando terminamos la segunda ronda.

Te separaste y te vestiste con rapidez, mirándome con miedo.

"No me dejes.."

Pedí con lágrimas en los ojos y me acerqué a ti con paso lento y al borde del colapso.

"Esto no está bien, no puedo verte más, no te acerques a mi ni a mi familia, llévate a ese error lejos de mi"

Mi corazón se terminó de romper y la rabia me inundó.

¿Error?

Te di una sonora cachetada y te empujé hasta la puerta.

"Di la mierda que quieras de mi, pero de Jae no vas a hablar así. Aquí el único error fué haberte amado tanto"

Te cerré la puerta en la cara y caí de espaldas a esta mientras abrazaba mis piernas.

Habías pisoteado lo que quedaba de mi corazón.

No iba a verte nunca más, pero eso no me dolía ahora.

Lo que me importaba era Jae, ese bebé que te quería tanto y que nunca podría verte otra vez.

"Lo siento, cariño"

Dije cuando me acosté a su lado.

El no merecía ésto, nunca debí volver.