ᴇɴ ᴇʟ ʀᴇʏɴᴏ

Capitulo 3

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-¿Por qué no lo vigilaste? debiste cuidarlo, eres su guardian -escribiendo en un papel-

-Hermano yo...

-Silencio -parando de escribir y dejando la pluma a un lado- Zeldris..un omega..el hijo de nuestra poderosa deidad suprema no esta por ningun lado ¿como voy a explicarlo? ¿tienes alguna idea Mael?

-Losiento...estaba luchando contra los de la raza demoniaca... s-solo derrepente termine y no estaba por ningun lado

-Como sea, debo ocuparme nuevamente de este vergonsozo asunto -termino de decir Ludociel levantandose de su escritorio-

-Lo traere..

-¿Que?

-Dejame ir hermano...encontrare a Zeldris, solo tengo que seguir su aroma

-Es muy peligroso Mael -serio- no eres lo suficientemente maduro, se supone que debias cuidarlo cuando estaban peleando contra los demonios y mira lo que sucedio, solo espero que esos repulsivos seres no tengan nada que ver en esto

-Porfavor hermano, te juro que soy muy capaz de encontrar a Zeldris...despues de todo lo conosco perfectamente

-Bien, voy a confiar en ti, encuentralo y traelo de regreso Mael

-Lo haré
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AL ANOCHECER:

-Lo que faltaba...-murmuro Meliodas viendo hacia el cielo ya oscurecido- ¿que estas haciendo?

-No siempre puedo venir a la superficie -sonriendo mientras acariciaba los petalos de una pequeña flor-

-Zeldris -mirandolo seriamente- es peligroso que estemos fuera de nuestros Reinos, ya a oscurecido y es cuando mas salen las criaturas..es más esta prohibido para ti estar por los alrededores a estas horas de la noche

-Meliodas no exageres -rodando los ojos- ademas..nos estamos dirigiendo hacia nuestros Reinos ¿no? o es que acaso..tienes miedo?

-¿Miedo? -repitio el rubio de manera incredula- ¿miedo yo? ¿sabes con quien estas hablando?

-¿Con un demonio que tiene problemas de ira? -soltando una pequeña risita-

-¡No tengo problemas de ira! -apretando sus puños- ¡tú..tú..solo deja de jugar! ¡esto no es un juego! estoy preocupado por ti.

-¿Por mi? -confundido- no me sucedera nada

-Ese arcangel seguro ya se dio cuenta de que desapareciste y probablemente te este buscando, nada bueno saldra de esto -parando de caminar- Zeldris escucha yo deb....-interrumpido-

-¡Meliodas mira! ¡tenemos que ir! -exclamo el pelinegro mientras lo agarraba del brazo y lo llevaba hacia lo que parecia ser una pequeña cabaña-

La pregunta era

¿que lugar era ese?

Quien sabe, sin más ambos entrarón bueno mas bien Meliodas fue obligado a entrar, tan pronto como ingresarón todos los que se encontraban ahí los mirarón y algunos se acercarón amenazadoramente.

-¿Quienes son ustedes?

-¡¿Son espias?!

-¡Infiltrados!

-Eh.. soy Zeldris -se presento el pelinegro para luego señalar al rubio- el es Meliodas, pueden estar tranquilos no somos esp....

-¡Acabenlos! ¡es el hijo de la deidad suprema junto al hijo del Rey Demonio!