– Nunew, ¿Qué paso con tu carta, la que estabas escribiendo hace tiempo? Nunca me la mostraste.
Nunew se encogió de hombros, estaba ocupado pintando en un cuaderno con dibujos de mandalas, que eran bastante díficiles y con mucho detalle para el gusto de Zee, pero al pequeño le gustaban, por eso se compraba cada vez que veía uno nuevo.
Era su último hobby, y tenían guardado todos los libros que había completado con el tiempo.
Zee miró la hora, siendo las doce menos veinte, y suspiró, sabiendo lo que vendría.
– Nunu, ve terminando por hoy que hay que dormir – murmuró, se acercó a él y dejó besos en sus mejillas y en su oreja.
– No quiero – dijo, sin dejar de mirar el cuaderno. – Me falta mucho para terminar, no puedo.
– Nu, sólo por hoy, por esta vez, ¿Puedes dejarlo un rato bebé? Te prometo que seguirá allí tal como lo dejaste.
Nunew negó.
– Por mí, vamos, por favor.
Se lo pensó un poco, y sabía que si insistia de esa forma era porque le resultaba importante al mayor, así que suspiró, cerrando el libro y guardando los colores.
– Muchas gracias mi amor –dijo el pelinegro, sonriendo y besando su mejilla sonoramente, haciéndolo sonreír.
Se levantó para buscar un vaso con agua y la pastilla que debía darle.
Le rompía el corazón tener que hacerlo dormir con medicamentos para que no sufriera con los fuegos artificiales de Año Nuevo, pero no volvería arriesgarse a lo que había sido la única noche en la que había permitido que se mantuviera despierto.
Nunew era bastante tolerante a los ruidos, pero si eran muy fuertes, como una lluvia torrencial con rayos y truenos, o especialmente, una noche donde un montón de idiotas se divertían explotando cositas para ver colores y formas que duraban menos de un segundo; se alteraba, demasiado.
Lo había comprobado una noche, donde Nunew rogó que lo dejaran despierto una vez, porque quería saber lo que era Año Nuevo, y la fiesta, y los fuegos en el cielo.
Y con los pucheros lo habiá convencido totalmente.
Esa noche, al marcar las doce, sentados en el balcón, Nunew vio por primera vez los fuegos artificiales, y fue en cuestión de segundos para que comenzarán las explosiones fuertes y el amontonamiento de fuegos y ruidos.
Cubrío sus oídos con las manos y sintió su cabeza doler, creía que hasta iba a estallar, comenzó a gritar de dolor.
– ¡Nunew! ¡Nu, ya!
– ¡Basta! ¡Zee has que pare! ¡Basta! – comenzó a gritar mientras las explosiones continuaban, y Zee no podía hacer nada por él, abrió la puerta del balcón para entrarlo y fue ese segundo que se alejó de él lo suficiente para que el menor fuera hacia la pared y comenzara a golpear su cabeza con fuerza.
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Sarang l ZeeNunew
FanfictionZee es el amigo de Sunoo, Sunoo es hermano de Nunew, Nunew tiene autismo y no sabe qué es ese sentimiento que aparece en él cada vez que está con Zee. ¿Cuantó tiempo tardará Nunew en descubrirlo? ¿Y cuandó será que esta emoción lo dejará en paz? •...