Tiempos Desincronizados

Para la chica que siempre me amó

Recuerdo perfectamente aquellos días de escuela, algunos más que otros.
Pero algo que tengo grabado en la memoria era aquel hábito tuyo de mirarme mientras estaba distraído, y a mí me gustaba sentir tu mirada, por alguna extraña razón, y fingir que no me daba cuenta de nada.
Y cuando tenía la sensación de que ya no me mirabas, volteaba a verte y observaba cono fingías que nunca me miraste, mientras yo te devolvía la mirada.
Lo peor es que yo fingía ignorarte, cuando en mi interior, sentía que mi corazón latía más fuerte cada vez que me mirabas con esos ojos de amor, un sentimiento que por alguna razón me negaba a aceptar yo.
Y he de ser sincero, me hubiera encantado que esos ojos penetrantes, alguna vez se hubieran topado por un largo rato con los míos, sería un delirio, porque sé muy bien que no habría sabido que hacer.
Porque estaba sintiendo algo que todavía no sé muy bien que es, algo que no había experimentado en ninguna otra ocasión, sino que esa era la primera vez.

Y sería la primera vez en que tendría que reprimir mis sentimientos, porque por alguna extraña razón yo sentía que no podían vernos juntos, que no íbamos a funcionar y lo que único que haríamos sería distraernos de nuestros verdaderos objetivos, perder el tiempo el tiempo, y probablemente también la amistad.