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CAPÍTULO TRES





















































A So Yeon y a sus amigas no les toco hacer el examen en el mismo salón que a los chicos.

Fue una medida tomada por los maestros, pues los alumnos varones siempre buscaban la manera de que sus novias les pasaran las respuestas de alguna u otra manera.

So Yeon tenía tiempo después de terminar su tercer examen.

     Lo había entregado y era totalmente libre de ir al baño sin ninguna sanción, después de regresar del baño le sorprendió ver cómo la puerta del salón del otro lado se abría agresivamente.

De esta salió Si Eun luciendo complemente mareado, So Yeon se quedo en silencio viendo como se arrastraba por las paredes tratando de no caer.

Fue cuando So Yeon se dio cuenta en el estado que estaba, cuerpo sudado, estaba agitado, parecía confundido.

¿Estaba borracho?

No, era imposible que lo dejaran entrar en ese estado o con esa sustancia, además, temprano lo había visto y se veía... completamente normal.

Si Eun empujo a la joven de su camino. Estaba como drogado pero... ¿como?

So Yeon lo llamo varias veces mientras el se tambaleaba pero la ignoro, no quería hacer alboroto, así que simplemente fue persiguiendo sus pasos.

La puerta del baño estaba abierta, por lo que ni siquiera le hizo falta poner un pie dentro para ver a Si Eun lavándose la cara desesperadamente.

       Era algo que So Yeon hacia cuando tenia ganas de vomitar, lavarse la cara con agua fría para despejarse, algo que en la mayoría de veces funcionaba, pero había veces en la que las náuseas eran solo un aviso de que ibas a vomitar y sin importar lo que hicieras no ibas a evitarlo.

Así le estaba pasando a Si Eun, un segundo después aún tambaleante entró a uno de los cubículos del baño, un segundo después So Yeon pudo escuchar todo.

Cuando salió tropezando y chocando con todo, So Yeon estába recargada en el marco de la puerta observándolo, tenía los brazos cruzados y una mueca de asco en su cara.

Dio unos pasos hasta quedar frente al espejo del lavabo a su lado, Si Eun abrió la llave para enjugar su cara otra vez.

Su respiración era tan pesada como la que te daba después de correr un maratón de 5 kilómetros sin descansar.

Si Eun trato de enderezarse, después miro por el espejo a So Yeon a su lado.

Algo de lo que So Yeon se percató mientras Si Eun enjuagaba su cara era que tenía algo extraño en su cuello.

Cuando Si Eun se enderezó So Yeon confirmó que no era algo de su piel, estiro su mano hacia la curvatura que hacía la camisa del uniforme para tomar esa cosa extraña, al estudiante ni siquiera le dio tiempo de reaccionar al tacto de su compañera. 

Lo sostuvo entre sus dedos sin decir nada, después solo observó como Si Eun parecía mirar arcoíris.

¿Terminaste el examen? —Pregunto su compañera colocando esa cosa en el lavabo, ahora sabía que era. Si Eun estaría bien pronto.

El negó con la cabeza, desorientado.

Vete ya, te sentirás mejor en unos minutos. —So Yeon dio la vuelta.— Aun tienes tiempo suficiente para terminarlo. —después salió del baño en dirección a su salón designado.

Esperaba que Si Eun pudiera terminar su examen.

Los parches de fentanilo era algo que usaba su abuela algunos años atrás cuando la habían operado de la rodilla y la anestesia ya había acabado su efecto. Los usaba cuando sentía que el dolor era muy fuerte y no podía dormir.

So Yeon no tuvo problemas para reconocer que era lo que había tomado de el cuello de su compañero.



































Las respuestas eran: Dos. —El estudiante a cargo daba las respuestas del examen.

Cinco —Correcta, So Yeon puso el circulo de correcto en el inciso.— Tres. —Otra correcta.- Cinco. —Correcta. Siguió dictando los números hasta que se escuchó un estruendo al otro lado del salón que dejó callados a todos.

Todos miraron a Si Eun, el en cambio miraba al nuevo alumno, tan serio que se escuchó como el tipo había tragado saliva.

Si Eun se paró en un movimiento empujando su silla hacia atrás y caminó relativamente lento hasta la parte trasera de su fila, So Yeon juraría que pudo ver como había analizado todo en un segundo.

Tomo un libro que estaba en una de las mesas de sus compañeros y sin dudarlo un solo segundo golpeó la cara de Yeong Bin. Después empuño la pluma que tenía en su mano en la mano de uno de sus achichincles.

Un grito de dolor resonó en los oídos de So Yeon, Su Ho subió su cabeza parpadeando, tratando de espantar su sueño, su mirada se dirigió hacia el lado del ruido.

Si Eun, carajo... ¿abra tenido una descarga de adrenalina? —So Yeon murmuró impresionada.

Todo el curso veía totalmente anonadados como el bravucón era golpeado tan fácil.

Yeong Bin cayo al suelo inmóvil, los repetidos golpes en la cara lo habían dejado débil y mareado. Si Eun se quedo unos momentos parado frente a el, viéndolo desde arriba.

So Yeon se atrevió a opinar por todos que creyó que cuando Yeong Bin cayo al suelo era el fin de la "pelea", pero quedó aún más impresionada cuando Su Ho se paro de su silla a una gran velocidad.

De imprevisto lanzó a Si Eun al suelo, lejos de Yeong Bin evitando asi que lo siguiera golpeando.

Se paró frente al estudiante.— Suficiente, no cruces la línea.

Si Eun se paro del suelo.— ¿quien te crees que eres?

¿Yo? —Se apuntó a si mismo.— Un ángel guardián que acaba de despertarse de su siesta. —Lanzo un avión de papel que tomó de por ahí, después soltó unas risas mirando a So Yeon, esperando a que riera con el.

Ella en su lugar solo cubrió su cara, porque por dios, eso le había dado un poco de pena.

No había ninguna necesidad de bromear en una situación así, y aún así Su Ho lo hacía.

¿Te parece gracioso? —Si Eun parecía totalmente desconectado de la realidad.

Su Ho toco su nariz tal vez un poco apenado.— Se supone que debería serlo.

























Capítulo un poco corto, pero gracias por leerlo. <3

Editado: 24/agosto/2024
1/enero/2025

Anti-romatico (Weak hero class 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora