4. Su Compañero Hombre Lobo ⁓ MileApo

• Tres •

Animal Farm

Apo debería haberle dicho a Mile que él no tenía intención de perseguir ninguna relación pecaminosa. Debería haber dicho que esto era todo para él, y que de ahora en adelante, él ya no se desviaría del camino correcto. Pero la voz de Mile... Era la misma que le había tarareado una canción romántica al oído hace solo unas noches atrás. Sus ojos eran tan cálidos, incluso si ellos brillaban con el ligero resplandor de las lágrimas.

Olvidar. ¿Podría Apo realmente olvidar? Él había sido más feliz durante estos últimos pocos días que en cualquier otro momento de su vida. Su propio ser se rebeló contra descartar esos recuerdos.

Si ahora él lo dejaba ir, eso sería en lo que se convertiría su amante: solo un recuerdo, algo que, en algunos años, solo parecería una alucinación, un producto de la imaginación de Apo. Mile mantendría su palabra y se mantendría alejado, de eso no tenía ninguna duda. Él podía escuchar el 'adiós' incluso si en realidad el otro no lo hubiera dicho.

Mile extendió su mano hacia él, como si quisiera tocarlo. Se detuvo antes de que pudieran hacer contacto y se giró sobre sus talones. Cuando comenzó a alejarse, Apo no pudo soportarlo más.

"¡Espera!", espetó antes de que pudiera detenerse a sí mismo. "Déjame... Déjame ver otra vez".

Quizás era cierto. El hombre podría simplemente pertenecer a una especie diferente. Sería fácil para la gente interpretarlo de una manera aterradora, especialmente si las instancias en que se habían encontrado con otros miembros de la clase de Mile no habían sido muy placenteras.

Hasta el momento, Mile no había hecho absolutamente nada para dañarlo. En verdad, él había sido un hombre lobo durante todo el tiempo, y él había sido tan increíble. ¿Cómo es posible que ni siquiera le dé la oportunidad de explicarse?

"Muéstrame otra vez", insistió. "Por favor".

Mile lo enfrentó y, a pesar de la distancia entre ellos, aún podía ver la esperanza que iluminaba la expresión de su amante. Fue doloroso, porque Apo no podía estar seguro de lo que sucedería una vez que Mile cambiara. Probablemente él se asustaría de nuevo. Aun así, tenía que intentarlo. Tenía que mirar de verdad.

"¿Estás seguro?" le preguntó Mile.

"Sí", respondió con mucha más firmeza de la que sentía. "Muéstrame."

Entonces, Mile lo hizo. Una vez más, el cambio fluyó sobre él, y ahora que Apo estaba esperando por ello, él vio más allá de su sorpresa original. Sí, fue sorprendente ver a un hombre convertirse en una bestia, pero también había algo hermoso, fluido y natural en ello.

En los libros que había leído, la licantropía había sido una maldición, una señal de maldad. Aquí no había maldad. Y cuando el lobo lo miró, Apo vio a Mile en los ojos de la bestia.

"¿Mile?" preguntó.

El lobo asintió, en la medida en que—no, él—pudo en su forma animal. No hizo ningún intento de acercársele, y en su lugar dejó escapar uno de esos pequeños gemidos, como si tratara de... animar a Apo.

Apo estaba cansado de tener miedo. Se aferró a las palabras anteriores de Mile, al conocimiento de que algo que se sentía tan correcto no podía estar mal. Se levantó con piernas temblorosas y se acercó al lobo con firmeza.

La bestia lo miraba con esos ojos demasiado inteligentes, y en ellos, Apo vio el brillo que a veces había vislumbrado en la mirada humana de Mile, en los momentos de pasión particularmente intensa. Sí, el lobo había estado allí todo este tiempo. Tal vez debería haberse sentido asustado o traicionado, pero no lo hizo. Él estaba... fascinado.