Jungkook un reconocido modelo coreano viaja a Páris para su primer debut en las pasarelas paricinas.
Taehyung, un chico que encuentra por casualidad pero que tiene un trasfondo peculiar
[Es una historia bastante corta, podria tener más drama pero qu...
Jungkook se encontraba en París, la ciudad de la moda, emocionado y ansioso por su debut en las pasarelas internacionales. Como uno de los modelos más conocidos de Corea, esta era una gran oportunidad para expandir su carrera y ganar reconocimiento a nivel mundial. Mientras recorría la ciudad, admirando la majestuosidad de sus calles y edificios históricos, algo llamó su atención.
En una pequeña plaza, rodeada de cafeterías y músicos callejeros, Jungkook notó a un joven con una vibra única. Parecía ser alguien que disfrutaba de la música jazz y de la elegancia de la música clásica. Vestía un traje impecable, como si fuera un abuelito con clase, y su cabello oscuro caía en rizos rebeldes sobre su frente. Aquel chico tenía una mirada profunda y enigmática que cautivó por completo a Jungkook.
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Intrigado por aquel joven tan peculiar, Jungkook decidió acercarse. Se presentó y descubrió que su nombre era Kim Taehyung. A medida que conversaban, Taehyung demostraba un conocimiento profundo y apasionado sobre la ciudad de París. Le hablaba con entusiasmo sobre sus rincones secretos, su historia y su encanto irresistible.
Con el paso de los días, Jungkook y Taehyung comenzaron a pasar más tiempo juntos. Taehyung se convirtió en el guía personal de Jungkook, llevándolo a los lugares más hermosos y emblemáticos de París. Pasearon por las orillas del río Sena, visitaron la icónica Torre Eiffel y se perdieron en los encantadores callejones de Montmartre.
Durante sus citas, Taehyung siempre se mostraba generoso y atento. Pagaba las comidas y las entradas a los lugares que visitaban, sin mencionar nunca la influencia de su padre como diseñador de moda reconocido. Jungkook, ajeno a la posición social de Taehyung, solo se dejaba llevar por la magia que el chico le brindaba.
El día del desfile en París finalmente llegó. Jungkook estaba ansioso y nervioso, temiendo arruinar su oportunidad en una ciudad tan exigente. Mientras caminaba por la pasarela, sus ojos se encontraron con los de Taehyung, quien estaba sentado en las primeras filas con una sonrisa discreta. Jungkook quedó sorprendido por encontrar a Taehyung en ese evento exclusivo, pero decidió concentrarse en su actuación.
Las luces se encendieron y la música comenzó a sonar mientras Jungkook desfilaba con gracia y confianza. Su presencia en la pasarela era hipnótica, y cada prenda que llevaba puesta parecía haber sido creada especialmente para él. El público no pudo evitar mirarlo con admiración, y Taehyung no fue la excepción.
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En un momento de pausa entre los desfiles, Taehyung se inclinó hacia una mujer elegante que se encontraba a su lado y le susurró al oído. "Mira a ese hombre en el escenario. Es absolutamente hermoso, ¿no crees?". La mujer asintió y le sonrió, compartiendo la misma opinión sobre el encanto de Jungkook.
Jungkook, ajeno a los comentarios y halagos que surgían entre el público, continuó su desfile con una confianza renovada. A medida que caminaba por la pasarela, sentía el apoyo de Taehyung y eso le daba un impulso extra. Sabía que había hecho un buen trabajo y que había capturado la atención de todos los presentes, incluido el misterioso chico de las vibras de jazz y música clásica.
Al final del desfile, Jungkook se encontró nuevamente con Taehyung. Esta vez, fue él quien le dirigió una sonrisa llena de orgullo y admiración. Aunque todavía había muchos secretos por descubrir entre ambos, aquel encuentro en París había dejado una huella profunda en sus corazones, comenzando una historia que solo el destino podría escribir.
