Parte 1/3

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Hace un siglo....

Un precioso Ángel de hebras doradas cenizas se encuentra sentado en el hermoso jardín de la antigua Roma, esperando a su amado Eijiro, quien le ha citado ahí para profesarle todo su amor.

Han estado saliendo desde hace diez meses, al principio fue un poco complicado porque las personas, humanos sobre todo, aún ven mal la relación entre dos hombres. 

Cuando recién se conocieron Eijiro sintió una atracción por el rubio, primero lo confundió con amistad, hasta que poco a poco y mientras más tiempo pasaba con él, pudo notar que ya no solo lo veía como un amigo, empezaba a tener extraños anhelos, entre ellos estaba poder tocar sus labios con los suyos, recorrer su piel con sus dedos y en las noches más extrañas soñaba con ser poseído por su cuerpo. Así fue como comprendió que se había enamorado perdidamente del rubio, primero entró en negación, creía que se iría al infierno por sentir tales cosas por alguien de su mismo sexo, pero conforme más tiempo pasaba con el rubio, más se iba convenciendo que no puede estar mal amar a alguien más, así sea un hombre también.

El Angel, sentía que por primera vez un humano no iba a fallarle, confiaba plenamente en los sentimientos de su Eiji. 

Él es un ángel de luz pura, su personalidad es como un rayo de sol en un día completamente nublado, en el reino de los cielos todos lo adoran por su gran bondad y amor. Fue esa gran bondad y amor lo que lo llevó hasta casi extinguirse. ¿Qué fue lo que pasó?.

Hubo una temporada en la que los humanos se mostraron avaros y traicioneros, el creador quería eliminarlos ya que se habían revelado ante su verdadera misión que era ayudarse y amarse unos a otros. Todo estaba listo para eliminar a todos y cada uno de los humanos existentes, sin embargo, al enterarse de esto y gracias a su enorme corazón Katsuki se interpuso, proponiendo al creador demostrarle que los humanos merecían vivir, que no todos eran malos, alegando que no podían pagar justos por pecadores.

El creador aun dudoso y un poco enojado por la insolencia del rubio, aceptó su propuesta dándole solo una condición.

"Cada vez que un humano te falle, ya sea como amigo, familia o pareja, un poco de tu luz se extinguirá, con ella se irá tu bondad. El día en que tu llama se apague por completo, morirás y contigo la humanidad completa"

Todos en el reino de los cielos quedaron consternados ante las palabras del creador, estaban seguros que el Ángel moriría en vano, ellos ya no creían que los humanos tuvieran bondad en su interior, no los creían capaces de amar a alguien más que así mismos. A pesar de todos los murmullos, el rubio jamás perdió la sonrisa, seguro de que encontraría a un humano que  valiera la pena proteger.

Así es como pasaron aproximadamente diez siglos, en los cuales, Katsuki se relacionó con cada uno de los humanos que más amables y bondadoso parecían ser, estableciendo una profunda conexión, que siempre terminaba de la misma manera, con la perdida de un pedazo de su luz y una grieta más en su ya muy lastimado corazón.

Sentado en la banca mientras espera a Eijirio hace una cuenta mental de cuantos humanos le han fallado, 1150 humanos, el 1151 es el bueno, se dice internamente sabiendo que si Eijiro lo traiciona solo le quedará luz para máximo 2 humanos más antes de apagarse por completo.

En otra parte de ese mismo jardín Eijiro corta unas hermosas rosas rojas que combinan perfectamente con el color de los ojos de su amado, son perfectas para regalárselas mientras por fin le profesa su amor. 

Frente a él aparece una hermosa chica pelirosa, quien le sonríe con coquetería mientras se acerca hasta él.

-Hola Eijiro - el mencionado se sorprende, ya que no recuerda conocer a la hermosa chica de alguna parte -

La luz del ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora