Prologo

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Las hojas de los arboles caían lento y suave, el otoño se hacia presente con el pasar de los días. Una vez su mamá le dijo que esta era una de las estaciones más bonitas en todo el año, porque no era frío como invierno, ni caluroso como verano.

Charlotte le dijo que a las afueras del pueblo los arboles crecían mas lindos, el no le creía por supuesto, no tenían permitido salir del palacio, a menos que tuvieran la salida mensual en la cual visitaban a los pueblerinos para saber en si estaba faltando algo o si necesitaban más viviendas.

Creía que sus padres eran buenos gobernantes, atendían las necesidades de su pueblo sin importar que tan grande o pequeña era.

Los reinos que se encontraban aledaños a ellos se encontraban a miles de kilómetros haciendo un viaje de unos días como mínimo.

— Scorpius! — Charlotte entró abruptamente a su cuarto sacándolo de sus divagaciones.

— Maldita sea Lott.— Gruñó.— ¿Cuántas veces que te he dicho que no entres a mi habitación de esa forma.

— No me interesa. — Bufa cruzándose de brazos.

— ¿A qué viniste? — Pregunta curioso, ya que si bien eran buenos amigos, su hogar se encontraba a unos días de distancia.

— Mamá y papá me trajeron. — Se encoje de hombros caminando hacia la gran cama. — Supongo que habrá una reunión de todos los reinos.

— Tal vez.

— Estaremos unos cuantos días y después iremos de regreso, papá me dejó invitarte a nuestro reino.

Scorpius se extraña de la invitación de Charlotte, ella sabía que sus padres no lo dejarían salir del palacio. Aunque si se lo dijo a su padre podría caber la posibilidad de que lo dejaran ir, aunque no tenía muy en claro cual pudiera ser esa razón.

— No lo sé Lott. — Acaricia su nuca en una clara muestra de tristeza. — Sabes que papá no me deja salir del palacio a menos que sea la salida mensual. — Charlotte bufa ante su respuesta mirándolo severo.

— Hace unas semanas estuve mandándome cartas con tu madre. — Sonríe descolocándolo un poco. — Hablamos un poco sobre si podías venir a nuestra mansión en Londres, ella dijo que cabía la posibilidad y que estaría comentando la situación con tu padre. — Antes de que Scorpius pudiera argumentar ante eso, Charlotte prosiguió. — No habló del tema como tal sino que comentó que sería bueno que salieras del palacio y conocieras un poco más allá de los muros que lo rodean.

Scorpius al escuchar esto sonrió y se abalanzó hacia su amiga.

— Muchas gracias Lottie.

— No te preocupes Scor, vamos a hacer que sean unas vacaciones que jamás puedas olvidar.

Ambos se sonríen antes de volver a abrazarse, dándole paso a unas carcajadas que estaban seguros que todo el castillo escuchó. 

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Novela ambientada en el siglo 19.

ScorpiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora