Rivalry • jikookmin au

03

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El alfa peligris suspiró mientras acomodaba su camisa empapada de alcohol, con mala cara separó al ebrio omega que colgaba de él y se dirigió al primer baño que encontró.

— Esto debe ser una maldita broma pesada. — gruñó mientras intentaba quitar la enorme mancha roja de su remera.

Había llegado al lugar hace exactamente una hora, sus amigos seguían sin aparecer, por lo que comenzó a tomar todo lo que se cruzaba en su camino, lo único que necesitaba era sacarse la imagen de Jeon de su cabeza, pero hasta el momento no estaba funcionando.

Escuchó como golpeaban la puerta del baño fuertemente. De malas ganas se colocó su camisa esta vez mucho más mojada que antes y salió para encarar a la persona, no tuvo tiempo de decir algo porque todo pasó muy rápido.

— ¡Quítate, me estoy orinando! — lo último que pudo notar fue la puerta siendo estampada justo en su rostro.

Negó con la cabeza por décima vez en la noche y comenzó a caminar por el lugar. Sintió como alguien lo tomaba del hombro fuertemente, por lo que ya fastidiado se giró  encontrándose con Jackson, su amigo y el anfitrión de la fiesta.

  — ¡Jimin, amigo! ¿Qué haces solo y por qué...? — el chico comenzó a recorrerlo con la mirada. — Amigo, estás empapado, ¿qué te ocurrió?

— ¡Un omega idiota con el que bailaba me echó su bebida! — intentó hacerse escuchar por encima de la fuerte música y todo el barullo que había en el lugar.

— ¡Suena terrible! Puedes buscar un cambio en mi habitación si gustas. — ofreció, el alfa asintió automáticamente. — Toma. — le extendió unas llaves. — Mi habitación está arriba, es la tercera puerta a la izquierda. Si encuentras a un amigo mío allí solo ignóralo, no es muy fan de las fiestas y me pidió quedarse ahí hace un rato. — avisó.

Jimin no hizo nada más que asentir y se dirigió a las escaleras. Arriba el ruido intenso disminuyó mucho más, en los pasillos habían algunas parejas besándose, las ignoró y rápidamente se dirigió a la habitación indicada cuando comenzó a oír gemido de algunas parejas.

— Qué asco. — murmuró para sí mismo cuando logró ingresar a la oscura habitación.

— ¿Qué te da asco? — dio un saltito en su lugar cuando escuchó esa conocida voz.

Encendió la linterna de su celular para lograr dar con la perilla de la luz y así alumbrar la habitación. En medio de ella, sentado en la cama y con un cigarro entre sus dedos se encontraba nada más y nada menos que Jeon Jungkook, el estúpido alfa que estaba intentando olvidar.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó apagando su celular.

— Eso debería de preguntarte yo, Jackson odia que se metan a su habitación sin permiso. — murmuró mientras observaba disimuladamente el torso del peligris, su camisa se encontraba pegada a él, dejando ver un paquete de seis y sus marcados pectorales.

— Tengo permiso para estar aquí. — gruñó el alfa de menor estatura.

— Pues yo también. — se mofó.

Jimin intentó ignorarlo mientras se acercaba al armario para buscar una remera que sea de su agrado, al encontrarla la sacó y cerró las puertas, mirando de reojo y encontrando que Jeon seguía observándolo fijamente. Sonrió y comenzó a sacarse su prenda mojada con intención de molestar al alfa, pero consiguió todo lo contrario.

Pudo escuchar un gruñido bajo salir de la garganta ajena, se giró levemente para encarar al alfa recostado en la cama, dejando a la vista su desnudo torso con la remera de su amigo colgando en una de sus manos. Vio como el pelinegro recorría todo su pecho con la mirada, como si no quisiera perderse de ningún detalle.