CAPITULO 3
Escondite
Íbamos de camino a las carreras y notaba a Scott más tenso de lo que estaba hace rato, pero lo deje pasar, por un lado, me sentía culpable por usarlo, este no sé qué número de favor me hacía, pero de verdad necesitaba ir a esas carreras, aunque me estaba desviando de mi objetivo principal por el que vine al pueblo, era mi oportunidad de regresar al mundo de las carreras, y era una oportunidad que no podía dejar pasar.
Scott no dijo nada durante el viaje, y yo tampoco, por lo que trate de no pensar en mis motivos reales del viaje y relajarme durante el viaje. Aunque no pude lograrlo al 100 porque el pueblo estaba lleno de pequeñas calles, pero después de un rato logramos salir de las callejuelas y llegamos a una pequeña carretera rodeada de árboles. Incluso aunque estaba cansada de todo el viaje y los problemas, estaba muy emocionada, y más cuando vi a una multitud a lo lejos de personas con motos.
Cuando nos fuimos acercando a la multitud mi corazón se aceleró de la emoción. Llegamos a la orilla de la multitud, y nadie nos prestó la más mínima atención.
Estábamos a las orillas del pueblo, no se lograban ya ver las pequeñas casas por todos los árboles que nos rodeaban.
Me baje de la moto cuando se terminó de estacionar, y me quite el casco, Scott hizo lo mismo, y mientras amarraba los cascos a la moto, detalle el lugar, estábamos rodeados de árboles, olía a cerveza y al humo que se escapa de las motos, cosas que me recordaban a mi pasado, pero mande todos los recuerdos muy lejos y me concentre en la gente, había más gente de las que pensé, vi al grupo de Scott del otro lado del lugar donde estábamos, pero de ahí en más no vi a nadie conocido, gracias al cielo, pero era lo de esperarse pues este pueblo era muy pequeño, aunque seguía un poco sorprendida por la cantidad de personas en el lugar, pues no era un lugar habitual para este tipo de carreras; por lo general estas carreras se hacían en ciudades grandes como Londres no en pueblos tan pequeños.
El lugar estaba muy oscuro, pues no había luces que alumbrara la carretera, solo estaba la iluminación de las motos encendidas, cosa que me dejo intrigada porque era mucho más peligroso manejar así, por eso las carreras usualmente se hacían en ciudades o pueblos más grandes, eran más seguras en ese sentido, pero más complicado a la hora de esconderse de la policía, por lo que supongo ese fue el motivo de hacerlas aquí, los policías no iban a sospechar de este pueblo escondido del mundo.
Scott me saco de mi cabeza cuando se acercó sin que lo escuchara y me toco el hombro.
- Ven vamos, y trata de no hablar ni llamar la atención- ni siquiera me volteo a ver- ya me estoy arrepintiendo de esto-dijo en un tono demasiado bajo pero que logre escuchar, acompañado de un suspiro.
- No seas dramático Scott-se tensó al escucharme llamarlo así- te prometo que me portare bien y ni siquiera sabrás que estoy aquí- le dije con la voz más dulce que pude hacer, pero sonaba falsa y ambos lo notamos.
- Lo dudo- suspiro
Comenzamos a caminar hacia donde estaban sus amigos, y cuando estábamos entre todos los motociclistas y no podíamos caminar fácil por la cantidad de personas, Scott me agarro de la espalda baja guiándome, para que no nos separáramos y avanzáramos más rápido. En cuanto su mano se posó en mi cintura mi corazón dio un brinco y mi piel se me puso de gallina. Estaba más nerviosa por su cercanía que por todas las miradas que estábamos recibiendo, incluso con la poca iluminación.
Logramos llegar al otro lado, sin ningún percance, pero sentía que todos nos estaban mirando por lo que volteé a ver a Scott, pero él tenía en la cara puesta una masacra de indiferencia, aunque su mandíbula estaba tensa.
