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El buitre generoso Era hace una vez, en una montaña muy alta y con todo tipo de animales, vivía un buitre. Era muy bueno con todos dentro de lo que cabe, pero renía un defecto, y es que no compartía para nada sus cosas. Esto viene de tiempo atrás, desde que era un niñi, sus padres nunca le inculcaron ese valor, de hecho, le decían que compartir era malo y que cada quien se conformara y trabajara por lo suyo. A el buitre le iba muy bien, pero nunca tuvo amigos debido a su problema de compartir, pero a él no le importaba, era feliz solo. El buitre cazaba a otros animales y los guardaba para poder siempre tener comida. Cazaba la primera mitad del año y la otra se dedicaba a comer lo que guardó. El vivía alejado de todos los demás buitres, no le interesaban en lo absoluto. Llega el invierno y el buitre se dedica a descansar en su casa, pero un día, el buitre tomaba una siesta y lo despertó un gran ruido, se dió cuenta de que era una avalancha y rápido salió de su casa. Afuera de esta. vio como la nieve destruía su casa. El buitre se quedo sin hogar y sin la comida que había guardado. Debido a esto, se puso muy triste y lo único que se le ocurrió fue ir con los otros buitres a pedir ayuda. Y así lo hizo, llegó al pueblo de los buitres, varios lo vieron mal, pero aún así fueron amables y preguntaron que había pasado, al conocer la situación, sin dudarlo le ofrecieron donde quedarse, cobijas, comida y todo lo necesario. El buitre estaba bastante sorprendido pero a la vez muy agradecido.
Después de unos días, el buitre se dió cuenta de todo lo que se pierde por no compartir y por vivir alejado de los demás buitres, entonces decidió ir a hablar con ellos. Les ofreció una gran disculpa y les dice que quiere cambiar. Los otros buitres no estaban del todo convencidos, pero se kis demostró muy rápido, se mudó al pueblo y se volvió muy generoso, y muy pronto llenaría su vida de amigos y alegría. FIN.
