One shot///Futbolistas

Paulo Dybala

"Podría mirarte durante horas. Eres preciosa, lo sabes, ¿verdad?"

Te estabas peinando, mientras tu novio, Paulo, te había estado mirando con atención. Te encanta cuando te presta atención. Había algo diferente en la forma en que su cara se concentraba, sus ojos se estrechaban y miraba todo lo que hacías. Paulo podría admirarte mientras haces básicamente cualquier cosa. Podrías estar regando las plantas, y tu novio estaría mirando con una mirada borracha y enamorada, una pequeña sonrisa en sus labios.

Tu corazón estaba tan lleno en ese momento y captaste su mirada a través del espejo.

Le respondiste: "Yo solo... Te quiero mucho, guapo".

Continuaste agarrando diferentes productos, una vez que terminaste con tu cabello, empezaste con tu maquillaje. Paulo no se mudó de su casa. Estaba de pie detrás de ti y parecía divertido con lo que estabas haciendo.

"¿Para qué es eso?"

"Es un corrector, me ayuda a ocultar ciertas imperfecciones".

"Pero no tienes imperfecciones, bonita".

Sonreíste: "Sabes cómo hacerme sentir mejor, Pau".

"Bueno, ese es mi trabajo como tu novio, para hacerte saber lo atractiva que eres".

Te giraste hacia él y no pudiste evitar dejarle un beso en los labios. Paulo aprovechó el hecho de que aún no te habías puesto el lápiz labial para besarte como querías. Una vez que te separaste, miraste hacia arriba y hacia abajo. Se había puesto una camisa blanca y era muy elegante. Te encantaba cuando se vestía así, aunque también tenías la debilidad de verlo usar ropa deportiva.

"Te ves tan sexy", le dijiste, agarrando a tu novio por la camisa y dándole un beso rápido, pero tenía otras ideas en mente.

"Eres tan sexy".

"Está bien, deberíamos parar. Llegaremos tarde y vas a arruinar todo mi trabajo duro".

Paulo se quejó de que todavía quería besarte y tú te reíste de su tonta ira. Continuaste con tu maquillaje en silencio, pensando que en cualquier momento le ibas a pedir que hiciera un vídeo contando y explicando tu rutina de maquillaje. Parecía interesado en lo que estabas haciendo y probablemente aprendió algunas cosas mientras lo veía.

"¿Qué estás haciendo ahora?"

"Me estoy poniendo rubor en las mejillas".

"Siempre me encantó ese tono en ti".

"¿De verdad?" Tú sonríes y él también sonrió.

"Sí, prefiero que te sonrojes y desordenes, haciendo otras cosas, pero esto también me gusta".

"Paulo, para, estás haciendo esto a propósito".

Tuvo la maravillosa idea de actuar inocente. "¿Yo?
Solo te estoy mirando. ¿Qué estás haciendo ahora?"

"Me estoy poniendo lápiz labial".

"Cariño, bésame de nuevo antes de ponerte el lápiz labial".

Te diste la vuelta y te encontramos con sus ojos verdes que tanto amabas. Antes de que pudieras dar el siguiente paso, te agarró por las mejillas y juntó tus labios en un beso desesperado. Si Paulo seguía así, ibas a tener que ajustar tu maquillaje varias veces. No era como si te importara, los besos de tu novio te hicieron olvidar cualquier cosa.

"Guau, te ves... simplemente guau. Hoy voy a estar un poco celoso de todos los que tienen el honor de mirarte. Eres impresionante".

Paulo te dejó un beso en los labios, otro en cada mejilla y otro en el cuello. Era obvio que estabais teniendo dificultades para alejaros el uno del otro.

"Pau, si sigues así, nunca quiero irme de aquí".

"No me importa. Yo tampoco quiero salir de aquí. Ahora mismo, todo lo que quiero eres tú".

Le diste un último beso y te pusiste tu color de lápiz labial favorito. Se estaba haciendo tarde, y entre empujar y reír, le dejaste un beso en el cuello.

Paulo se vio en el espejo por última vez, dándose cuenta de algo.

"Hermosa, ¿realmente dejaste una marca de lápiz labial a propósito? ¿en mi cuello?"

"Vaya".

"Bueno, no puedo salir con marcas de lápiz labial por todas partes. Deberíamos quedarnos en casa".

"¡Paulo!"