I DON'T NEED HONESTY

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Soy Adaila tengo doce años y acabo de empezar el instituto. ¿Tú sabes o que es levantarse a las siete de la mañana? Bua qué pereza. Lo último que hago antes de ir al instituto simplemente es escuchar Beso de Rosalía y Rauw Alejandro soñando que alguna vez alguien me dedique esa canción. Sé que es una fantasía, sueño o como quieras decirlo, pero para mí sería lo más. A la única persona que no quiero ver en este mundo es Judith. He tenido que vivir con esa chulita desde educación infantil. Y yo que pensaba que me iba a librar de esa en el instituto. Tan solo entrar por la puerta y ya me estaba esperando. Me dijo que esperaba no cruzarse conmigo este curso y ninguno de los que viene y yo simplemente le dije que vale con una mirada. Juki o Julia es la persona más amable de mi mundo. Ella ta solo verme, corre a abrazarme y eso me llena, ya que nadie me abraza como ella. Juki me estuvo hablando de su sueño romántico con Pedri. Es un poco pesada, pero aun así la tengo que escuchar porque ella siempre me escucha. También está Blanca, la chica más madura que conozco, aparte de que ya le bajo la regla a los nueve años y yo aún estoy esperando. Ella es como una madre para mí, siempre me escucha, me defiende y es muy comprensiva. Solo las necesito a ellas dos nada más. Y bueno también a mi amor prohibido, que aún no tiene nombre, es decir, nombre secreto como: manzana, pera, sandía ... Pero bueno, para eso hay que hablar demasiado. En la hora del patio se me ha acercado Juki a decirme si mi amor prohibido ya tenía nombre y le dije que no Juki que es una chafardera, me empezó a decir todo tipo de frutas hasta que le dije que había pensado y que quería llamarlo "cereza ". Juki se estuvo riendo durante 10 minutos diciendo que si me recordaba a los culos por la forma de la cereza y como no su risa se me contagio y como dos idiotas nos empezamos a pegar manotazos y riéndonos sin parar. La gente de bachillerato nos hizo fotos desde fuera y como no siendo como son nos hicieron stickers, aunque la verdad eran muy divertidos y no se nos veía la cara. Esa tarde invité a Blanca y Juki a mi casa a merendar. Todo el rato chismeando y grabando tiktoks. A las seis decidimos salir a la calle a dar un paseo, pasó de todo: nos crucemos con Judith y sus amiguitas, vimos a cereza, y madre mía Julio un chico de la otra clase, ¡se le declaró a Blanca! Tras diez minutos pensando, Blanca le dijo que si Julio estaba muy nervioso y sudando por la respuesta de Blanca. Lo que nadie sabía era que Julio me dijo que le ayudara a declararse a Blanca y por eso salimos a la calle, aunque no estaba pensado.

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