Prólogo

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Prólogo

- Diego, hijo, necesito que me cuentes que te sucede - le dice su madre preocupada.

- estoy bien, solo son sueños. No es como que me hicieran daño físico- le responde con una pequeña sonrisa tratando de despistarla.

- tal vez no físico, pero si mental. Diego llevas 2 años con estas pesadillas, solo quiero ayudarte - apoya una mano en el hombro de su hijo.

- no quiero que me ayudes, y... y ya me voy - tomo su mochila y se dirigió a la puerta.

- hijo - dice haciendo que se detuviera en la puerta

- ¿si? -

- si no estoy cuando regreses es porque saldré con tu hermano - le informa.

- está bien - salió de la habitación y seguido de la casa para dirigirse a la facultad.

En otra ciudad se encontraba Lilith Blanco en su habitación. Llevaba un rato llorando hasta que llega alguien a tocar su puerta.

- hija, ¿puedo pasar? - le dice su padre tocando la puerta.

- adelante - le respondió Lilith mientras limpiaba sus lágrimas.
Su padre se acercó a la cama y se sentó al lado de ella. Pasaron unos minutos en silencio hasta que él habló.

- hija, sequé prometí ya no volverte a preguntar, pero me duele verte así, ¿Quién te hizo eso? ¿Quién es el culpable?- le pregunta muy preocupado, su princesa había sufrido, desde hace mucho seguramente y él no estaba ni enterado de tales sucesos.

Si dices algo, tu padre obtendrá las consecuencias

Se escuchó la voz de su agresor en su cabeza, pero ya no podía seguir callando y guardando eso que la lastimaba. Quizás podía ponerle fin a todos eso.

- Caín - responde con voz temblorosa.

- ¿qué? - dijo sin creer lo que acababa de escuchar, pensó que había escuchado mal hasta que ella siguió hablando.

- Caín me ... - su voz se quebró y se abrazó a sí misma mirando hacia otro lado cuando su mente se llenó de los recuerdos de varias noches en las que abusó de ella, noches tratando de defenderse, pero él siempre hallaba el modo. Sus lágrimas empezaron a recorrer las mejillas, escondió su rostro entre sus brazos - él me... -

- ¿hace cuanto? - pregunta con temor.

- tres años - responde como un susurro. Se notaba el dolor en su voz y eso termino por quebrar a su padre. Este se inclinó y abrazó a su hija como si en cualquier momento está fuera a desaparecer. Empezó a sentir dolor en el pecho acompañado de un nudo en la garganta. Quería ir y golpear al que le hizo daño a su pequeña, pero ahora necesitaba estar con ella.

- perdóname, como no pude darme cuenta. Lo siento, mi niña - le dice entre sollozos. Lilith le abrazó de vuelta con fuerza y miedo, pero le transmitía calma por fin habérselo contado.

- me amenazo con hacerte algo si hablaba - le dice abrazándolo más fuerte. El miedo iba creciendo.

- yo estaré bien, mi prioridad ahora eres tú. Haré que ese maldito sufra las consecuencias de sus actos- hizo una pausa para pensar las cosas con más claridad - lo prometo - termino por decir.

Solo son sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora