12: Coqueteo

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–Carl–llamó Judith

–¿Mmm?–musitó Carl mientras leía su cómic acostado en el sillón

–¿Como fue la primera vez que se te insinuó, Ron?–pregunto Judith

–Ah...–

[•••]

Ron se avía peinado y se avía vestido de forma diferente y toda la cosa

–¿Tas seguro de lo que vas a hacer, We?–pregunto Mickey

–Si. Ya me decía, Turro. Voy a conquistar a la piedra sin ojo de Carl–dijo Ron

–Le decís eso, Y te mete un trompazo que te manda asta Alemania, We–dijo Mickey–Además, ¿Mijo, Tas seguro de esto?–

–Pos no me vestí como pingüino en carnaval para que Dios me vea, Turro–dijo Ron

–¿Tu no eres ateo?–pregunto Mickey

–...¿Y eso que?–pregunto Ron

–Sepa. Lo que sí se, Es que déjate de joterias, Tú no enamoras ni a la persona más pendeja de este mundo–dijo Mickey

–¿Que?, ¿Como que no?–pregunto Ron–Si pude con Enid, Puedo con este–

–Pos lánzate, Que aquí viene–dijo Mickey

–La puta madre–dijo Ron

–Suerte Romeo–dijo Mickey alejándose

–Hola, Ron–saluda Carl

Ron traga saliva pesadamente y volteó a ver a Carl. El castaño claro aclaró su garganta y sonrió

–Hola, Hermusura–saludo Ron–¿Pasas seguido por aquí?–

–...–Carl se le quedó mirando a Ron

–...–Ron estaba nervioso

–¿Sos boludo?–pregunto Carl–Esta es mi casa, Turro–

[•••]

–¿Coral?–llamo Judith

–Como lo haría Ron–respondió Carl volviendo a su lectura

Los nenes de AlexandriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora