Fukuchi estaba llorando.
Lloraba porque Mori no lo quería (grande Mori, por primera vez hace algo bien), su amado Mori, con ese olor a culo y esa actitud pasivona que tenía. Mori lo era todo, pero Ricardo Anaya lo arruino todo.
Fukuchi tomó entre sus manos una de las 5071026691 fotos que tenía de Mori y se puso a llorar.
Fukuzawa solo tomaba té y miraba al feo de su amigo llorar por un wey que no lo quería.
— amiga, date cuenta que ese vato vale verga.
Dijo Fukuzawa. Después se levantó y le dio una cachetada.
Después la policía llegó por Fukuchi porque traficaba drogas.