Kook se despertó a la mañana siguiente, Domingo, estaba desnudo y Taehyung no estaba a su lado. Hizo un puchero inconsciente y se levantó lentamente tomando una de las camisetas del alfa para colocársela.
Bajo las escaleras rápidamente y lo vio preparando algo de comer, miró la hora y eran más de las 14pm.
—Quien diría que Kim Taehyung me prepararía algo de comer después de una noche de sexo.
—No he oído que alguien haya dicho que soy un mal alfa, sé tratar lindo a las personas que lo merecen— lo abrazó por detrás y suspiro al sentír su rico aroma a menta.
—Nunca me cansare de sentir tu aroma— el rubio lo tomó de la cintura y dejo un piquito en sus labios.
—Y yo nunca me cansaré de decirte que eres lo más hermoso que mis ojos hayan visto— río apenas avergonzado y agradecía haberse quedado la noche anterior.
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Ya el lunes por la mañana entro a la universidad viendo a su mejor amigo a lo lejos, se acercó con una sonrisa.
—Kookie, te llame ayer y no contestaste, quería que saliéramos a tomar unos helados.
—Lo lamentó, estaba con mi tía y no estuve muy pendiente del teléfono— que gran mentira, estuvo toda la tarde acostado viendo películas con el alfa.
—Ay no te preocupes, supuse que estabas muy ocupado, pero saldremos otro día sin falta eh.
—Claro, Chimmy.
Sintió una mirada pesada hacía el y miró de reojo como Taehyung lo comía con la mirada.
—Sabes Taehyung, si quieres aprender a ser disimulado yo diría que no lo mires de esa forma— Hoseok río junto a Jin, mientras que Namjoon y Yoongi negaban divertidos.
—No lo estoy mirando tanto.
—Claro, si tu lo dices— Yoongi río viendo como su amigo miraba a su ex y si, así como leyeron, el alfa pelinegro había sido novio de Jungkook por dos años, las cosas terminaron bien entre ellos y a él no le molestaba que estuviera en algo con su amigo.
Por otro lado nuevamente con los omegas, Jungkook estaba leyendo algo en su libro de anatomía mientras el rubio comía algo.
—Sabes he notado que Tae me mira mucho estos días, siento que él no me supera aún.
—Yo no le notado, deben ser imaginaciones tuyas— dijo algo molesto.
—No creo estar equivocándome, no te sorprendas si un día de estos te cuento que me acosté con el nuevamente.
Eso le había puesto celoso, así que cerró su libro de manera bruta y se levantó, viendo la mirada confundida del rubio.
—Lo siento, debo ir al baño.
Camino rápidamente a los baños mientras maldecía bajo, cuando estuvo dentro se miró al espejo y era absurdo que se haya puesto celoso por algo así.
