¿Y ahora?

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Narra James~

 

Al abrir los ojos me doy cuenta que no estoy en la habitación normal del hotel, estoy en el hospital, de pronto como una punzada me llega el recuerdo de todo lo que pasa y miro a mi lado, un exhausto Devon esta recargado en la camilla, no sé qué hora sea, miro que Devon bajo su mano tiene su teléfono móvil, lo tomo con cuidado y me dejo cegar por la luz de la pantalla 4:15am, algo de su fondo de pantalla me llama la atención, abro mas los ojos al darme cuenta que soy yo el que esta de fondo.

—Tsk, no puedo desbloquearlo y borrar esa vergonzosa foto – Inflo los mofletes algo enojado.

Giro la cabeza hacia todos los lugares y ahí está mi mochila, trato de arrastrarme un poco para agarrarla, cuando de pronto, hay unas sombras detrás de la puerta, mi mente me dice que son los doctores o alguna enfermera que viene a cambiar suero o algo parecido, me hago el dormido, y giran la perilla, mantengo un ojo abierto, y mi sorpresa fue que al abrirse por completo, no era nadie. Mi respiración se hizo entrecortada, tome mi cámara con algo de miedo y tragando con esfuerzo saliva, prendí la luz nocturna y vi algo en ella que me hizo soltar un grito y claro despertar a Devon y en consecuencia enfermeras vinieron corriendo también.

—    J-James ¿Estás bien? – Pregunto un somnoliento y preocupado Devon

—    D-Devon... - Respondí con un tono apenas audible para ambos, me aferre a su espalda y rompí en llanto, jamás había visto algo así, ni me habían sacado un susto tan tremendo como el que viví hace pocos minutos atrás.

—    Todo estará bien, pero dime ¿Qué viste? – Pregunto tranquilo y en un tono sereno.

Le mostré el poco vídeo que pude captar, pero para mi sorpresa, se vio borroso, apenas se podía ver una mancha, Devon estaba ceñudo y sorprendido. Abrió la boca para poder decir algo pero la cerró al instante, mientras que las enfermeras me miraban atónitas, otras preocupadas y otras con cara de fastidio.

—D-Disculpen, creí haber visto algo paranormal – dije avergonzado.

—    ¿Eres James Evans cierto? – una de ellas pregunto en un murmuro.

—    ¿Y que si lo es? – Espeto Devon.

—    Es un famoso periodista, reconocido por sus grandes investigaciones y grandes descubrimientos acerca de todo lo que pasa a los alrededores de esta ciudad, y más en claro, en la gente.

—    ¿Por qué nunca me dijiste? – Me pregunto Devon haciendo puchero tratando de disimular enojo.

—    Apenas si nos hablamos bien, por eso no te lo había dicho – Le respondí.

—    Pero que dices, si somos novios – Dijo con una sonrisa de suficiencia.

Las enfermeras salieron a causa de que Devon les echó una mirada de: "Es mío perras" tuve que contener la risa, a veces era tan infantil, a pesar ya de ser un adulto, claro yo también lo era, pero el ya tenía los 30 años, yo seguía siendo pequeño, o al menos eso quería sentir, pero sin duda alguna yo era más maduro.

—Tengo hambre – chilló Devon inflando los mofletes y viéndome con ojos de cachorro.

—    ¿Y yo te voy a dar de comer? – Le respondí, a lo que el enarco la ceja y me dedico una mirada pícara, acto seguido cerró la puerta y apago las luces nuevamente, mi respiración se entrecortaba y en un abrir y cerrar de ojos el ya estaba sobre mi – Voy a llamar a las enfermeras Devon – trate de disimular mi miedo.

—    Llámalas si quieres, pero tu cuerpo me llama a mi – Me dijo con una sonrisa de suficiencia y me puse a temblar, esta escena me recordaba algo de mi infancia, algo que hizo que escogiera esta profesión, para investigar a la gente y ponerla tras la rejas, Devon me miro preocupado y al instante se retiro – Vamos James solo estaba jugando – Lo dijo mientras jugaba con sus dedos, parecía arrepentido.

—    Lo siento Devon es que yo... tuve un gran trauma cuando yo era chico, lo siento – Respondí rompiendo en llanto entre sus brazos nuevamente me acurruque y hundí mi cabeza en su cuello, odiaba que el fuese más alto.

—    Todos tenemos un pasado del que nos arrepintamos James, o tal vez algo que quisiéramos que nunca hubiese pasado, yo por ejemplo me arrepiento de parte de mi pasado y parte de mi presente, y sé que también me arrepentiré de mi futuro... - Dijo con una sombría mirada, con una sonrisa de tristeza.

—    Además, no me gustan los hombres – Susurre para mí, pero a pesar de ello Devon me escucho.

—    Eso dices ahora – Contesto con una sonrisa ladeada y con la mano sobre su mentón.

—    Siempre será así – Le dije seguro de lo que decía.

—    ¿Quieres apostar a que no? – Me dijo con un leve tono de severidad y diversión en el.

—    Trato hecho – Le dije mientras estiraba la mano para estrecharla con la suya, cosa que fue un gran error, el la tomo pero me atrajo hacia él y en consecuencia me beso, yo tenía los ojos abiertos como platos, mientras que el los tenia completamente cerrados, acto seguido lo empuje levemente y me limpie con mi mano la boca – Ew! No seas asqueroso.

—    ¿Qué? Es solo un beso – Me dijo con una ceja enarcada.

—    Aunque sea un simple beso es repugnante – Espete.

—    Así que... ¿Homofobo? – Me miro sin expresión alguna en su rostro.

—    N-no es eso – Dije mientras desviaba la mirada hacia otro lado.

—    Tsk, ya será niñato – Respondió Devon y se retiro, dejándome solo.

Espero que por mi bien haya ido a la cafetería o algo así, no es que quiera estar con él, sino que, no quiero que me de otro susto así, minutos después caí en brazos de Morfeo.

La Habitación 626, 628 y... Él. (Gay - Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora