Chispa

107 10 1
                                    

–¡Muere!–Dijo el hombre al lanzar un golpe.

Izuku lanzó a la niña hacia el otro lado, inmediatamente recibió el golpe impactando en el suelo. Con mucho dolor este trato de levantarse pero no podía, el hombre aprovecho el estado el pecoso y lo empezó a patear en el suelo, una y otra vez.

Izuku no se movía, le había roto varios huesos, el sujetó al verlo se dirigió a la niña que por la impresión, no se había movido del lugar.

–Tengo que admitir que aguantas muchos golpes, la mayoría solo aguanta 3 antes de caer desmayado, pero tú soportas te 10–Comento mientras se acercaba a la niña–¡Bien!, ¿En qué esta...–Fue interrumpido por una mano que le agarro el pie.

–...N-no...T-te le acerques...–Trataba de decir mientras escupía sangre.

–¿Cómo sigues vivo?, Encerio que eres una cucaracha–Dijo para patear lo y mandarlo a chocar en el fondo del callejón–No importa lo que hagas, tus esfuerzos son inútiles...Tu eres un inútil.

Izuku veía como se le acercaba a la niña, no podía moverse y estaba a punto de desmayarse, hasta que escucho lo que dijo el hombre. Inútil, esa palabra que siempre le dijeron desde pequeño... La razón de que todo le saliera mal... El porque su madre no podía ni dormir tranquila por miedo a que lo lastimen... Todo por ser un inutil. Este recordo cada momento de su vida, cada burla, cada golpe o quemadura... Cada decepción.

–...Ja, soy un idiota... Era obvio que no lo lograría, si soy... Un inútil–Pensaba mientras cerraba los ojos...

–¡Señor, por favor! ¡Ayuda!–El grito de la niña hizo que abriera los ojos.

–¡Ya cállate!–Le grito dándole un golpe.

En ese momento, su ira estaba creciendo, lentamente se levantaba, mientras sentía como sus músculos ardían, pero algo en su interior lo hacía mucho más, su llama, estaba sacando chispas... El no se iba a rendir.

–...T-te dije... Que n-no te lo permitiré...–Dijo muy mal herido.

–¿¡Cómo sigues vivo!?–Grito muy enojado–¿¡Y que vas hacer para detenerme!?, ¡Solo eres un inútil!

Las chispas crecían a medida que Izuku se levantaba, mientras caminaba lentamente hacia el hombre, pero al escuchar esas palabras... Las chispas se convirtieron el brasas, no, en una llamarada.

El callejón se volvía cada vez más caliente, la sangre de su ropa se evaporaba, su ropa se quemaba hasta quedar en cenizas, su piel se desprendía como si fuera papeles mal pegados, sus músculos lentamente se quemaban hasta dejarlo en los huesos... Literalmente.

–...¡Q-Qué m-mierda!–Grito espantado.

–Te dije... Que no lo permitiré–Dijo con una voz muy gruesa.

 Que no lo permitiré–Dijo con una voz muy gruesa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

...

En un lugar desconocido, se encontraba un hombre de traje conectado en unas máquinas descansando en una silla.

El Héroe Maldito  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora