DESPEDIDA

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El tiempo pasa,
La distancia crece
Se van los meses,
El amor se muere.


Cúlpame a mí — Kenia Os

¿Despedirse? Una palabra tan simple pero tan dolorosa, y más cuándo se trata de la persona que más has amado en el mundo

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¿Despedirse? Una palabra tan simple pero tan dolorosa, y más cuándo se trata de la persona que más has amado en el mundo. Esa persona que te mostró lo fácil que es amar, y lo difícil que es olvidar. Despedirse de la persona que amas es algo tan trágico, tan doloroso, pero sobre todo: imposible.

Sabía que era algo necesario, debía decirle adiós a esa persona que siempre estuvo a su lado, que lo alentó y le dió fuerzas para seguir adelante. Pero lastimosamente ambos tenían sueños diferentes, metas que cumplir, vivencias que experimentar por separado.

Dolía, dolía muchísimo ya no poder hacer nada por algo que poco a poco se estaba rompiendo en mil pedazos, dolía pensar en la ausencia y el vacío que dejaría aquella persona en su vida.

Pero debía acabar con eso, guardar cada parte de aquellos recuerdos en su corazón, dónde pertenecen. No sabía ni siquiera como llegaron a eso, no sabía si había sido su culpa, o la de HoSeok... Tal vez de ambos. Poco a poco la soledad y la distancia se fueron incrementando día con día en sus vidas. Ese pequeño vacío en sus corazones hicieron que aquella hermosa relación se convirtiera en algo monótono, se sentía como si fuese una obligación, llegando a ser fastidioso.

JiMin ya no quería eso, ya no quería ver y escuchar a la persona que en algún momento amó con todo su ser y sentir ese fastidio en su mente, sentir esas ganas de gritar y decirle cosas hirientes.

Su relación se había tornado estresante y no quería lastimar a HoSeok, y de paso lastimarse a él mismo. Debían tomar rumbos diferentes, arriesgarlo todo para poder encontrarse a ellos mismos.

Amarse.

Un adiós no siempre significaba para siempre, o eso pensaba JiMin.

JiMin toma un largo suspiro y se sienta en una de las mesas de la cafetería dónde había acordado verse con HoSeok. Mira a su alrededor y observa una que otra pareja reír y mirarse con esa chispa de amor que antes los caracterizaba a él y a HoSeok. Extrañaba tanto aquellos momentos cuándo nada en el mundo importaba, cuando estar juntos era lo mejor del mundo.

Pero se había acabado.

Ya no existía aquella chispa en ellos, sus risas ya no eran las mismas, sus ganas de amar y entregarse el cien porciento se habían ido.

...

JiMin escuchaba con atención a su novio, quien le contaba con ilusión y un poco de tristeza en sus ojos cuánto había querido un juguete en su niñez, el cuál no le pudieron concebir sus padres.

— Recuerdo que ese día me puse demasiado triste, lloré demasiado al no obtener algo tan divino ante mis ojos.— relata HoSeok mientras acariciaba la cabellera rubia de JiMin— mi yo pequeño no lo entendía, pero ahora puedo comprenderlo, y de alguna u otra forma mi corazón no se siente tan mal. Mis padres siempre nos dieron lo que pudieron y sobre todo, nos dieron amor, y lo agradezco demasiado.

D E S P E D I D A (HopeMin) One-Shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora