Después de aquella charla entre Poulette y su madre, Poulette se sintió mal, sentía que estaba defraudando a su madre tras comportarse así con ella ya que jamás había sido así, sin embargo ella no esta decidida a dejar Messenger y "abandonar" a Dylan. Poulette luego de tantas pláticas que tenia con Dylan se le vino a la mente que el comenzaba a atraerle
*Vamos Poulette, solo son amigos*
*Si, si ya lo se*
*Ahí esta, deja de pensar en tonterías*
Pero Poulette sentía algo.... por el, inexplicable, y para ella eso solo conduciría a una cosa: estaba enamorada.
Por la tarde Poulette salio a dar un paseo, ah Poulette le encantaban los días grisáceos y ese día era justo así. Poulette se encaminó hacia el parque y a cada paso que daba iba pensando en lo que sentía por Dylan. Estando sentada en una banca del parque decidió contarle a una amiga, y llamó a Karen.
Poulette había conocido a Karen en la primaria, y hasta ahora que tenían 16 años seguían siendo aquellas buenas amigas que siempre fueron, Karen era una chica de estatura media, y era una amante de los gatos, loca por ellos, pero siempre había sido una persona seria a la que le había costado conocer mas fondo.
Para cuando su amiga llego ya iban a dar las 6:00, venia con una bufanda, su pantalón de mezclilla y aquella blusa que tanto le gustaba usar, una de un gato. Comenzaron a hablar, Poulette sentia mucha confianza por ella, sabia exactamente que como siempre no le fallaría.
-Dime que necesitas, Poulette- dijo sentándose.
Poulette le contó todo, como lo conoció, y acerca de como se sentía con el, realmente deseaba que le ayudara, ahora la mayor ilusión de Poulette era, conocerlo en persona.
-Vaya Poulette- soltó Karen al final- Bueno te diré algo, si de verdad estas conevencida de quererlo, averigua que siente el por ti y una vez que lo sepas di le lo que tu sientes.
Poulette respiro hondo y al final dijo.
-Lo haré.
Como ya habían dado las 8:30 Karen debía irse pero acordaron volverse a ver para platicar y llamar a su compañera de locuras, estaba claro que Poulette y Karen no eran las únicas, tenían a alguien mas, a su gran amiga, Fedra.