La Chica De Mi Trauma [NUEVA VERSIÓN]

Capítulo 32

Que no se te olvide votar
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//Domingo//
//10:46am//
//Día del baile Hetero-Gay//

Gray

-Fugitivos -dije. Pues me parecía extraña la palabra.

-Exactamente Gray -me afirma Molly -somos fugitivos.

Tras el gran fracaso de ayer, nos fuimos directamente a la cancha de basquet. Hicimos gran trabajo haciéndonos los Pendejos cada que Lory nos preguntaba con su vosecita intensa >>¿contrataron a The creacys, verdad? ¿Verdad?<< de alguna forma nos Creyó la mentira de que lo habíamos hecho exitosamente.

Molly y yo confirmamos algo ayer:"No podemos volver". No hasta contratar a The Creacys.... O a un remplazo.

Y ahora estamos aquí, en el asiento trasero del Fiat azul de mi papá. papá conduce obviamente y mamá va de copiloto. Vamos en dirección a una tienda de baratijas, el dueño del lugar es amigo de papá. Al parecer tienen un closet en venta. Mis papás siempre están libres los domingos así que no dudaron en acompañarnos.

-¿Como está tu mamá Molly? -preguntó mi mamá desde el asiento del copiloto -¿Se encuentra mejor?

Molly sonrió amable -Está en reposo, se siente mucho mejor.

-Me alegra saber eso -dijo mamá sonríendo. -Se rumorea que éste baile suyo va a estár bueno.

Papá intervino -No tan bueno como el de nuestros tiempos obviamente -sonrió orgulloso. Miró a mamá -¿Recuerdas cariño?

-Obvio que recuerdo -mama le tomó la mano libre a papá -Éramos tan jóvenes.

-Y muy buenos bailarines -nos presumió papá.

Entonces comenzaron a contar anécdotas de cuando eran jóvenes, en los 80s y los afros estaban de moda, junto a los pantalones acampados y demás cosas.

Yo me mantuve totalmente callado junto a Molly que estaba a mi derecha, Molly sonreía cada que mis padres reían y comentaba una que otra cosa. Yo solo miraba por la ventana.

El viaje fué ligeramente soportable

Hasta que llegamos a la tienda.

-Allí está -dijo papá al estacionar frente a la tienda -Si necesitas algo, definitivamente puedes encontrarlo en el "Gran rincón".

Y allí estaba, "El gran rincón". No era un rincón, y no era muy grande. Era una tienda pequeña y cuadrada, con unas ventanas grandes que dejaban ver el interior. Una puerta de cristal con un sucio cartel que antes era verde que pone "Estamos abiertos" y una estatua de un indio con una chaqueta negra de cuero, saludando a la nada.

Entramos por esa puerta, una campanita sonó. en el mostrador, un tipo de treinta y tantos de piel bronceada, con el cabello largo y negro echado para atrás y unos lentes de sol. Un tipo que no necesitaba oír la campana para saber que entramos ya que el mostrador estaba a metros de la puerta y éramos los únicos clientes.

>>El "Gran rincón" no parece ser muy popular<<pensé.

Mi papá fué hasta ese tipo.

-Hola Jhony -saludó papá al llegar al mostrador.

El hombre de gafas de sol miró a papá de arriba a abajo con una sonrisa incrédula.

-¿Eres Rolf? -el de gafas se lo preguntó como si no se lo pudiera creer.