Nonna

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El teléfono no dejaba de sonar y estaba a punto de lanzarlo contra la ventana, los días han pasado y no he vuelto a visitar a Jungkook, más que nada porque no lograba encontrar nueva evidencia, todo parecía eliminado de la existencia. Cuando la música del teléfono volvió a sonar, solté un bufido y conteste.

– ¿Diga? Estoy algo ocupado ahora mismo. – Continúe mirando la computadora mientras buscaba algún indicio de Niccólo.

– ¿Hijo? ¡Al fin me contestas, santo cielo! Es tan complicado comunicarse contigo. – En cuanto escuché la voz de mi madre restregué mis ojos a modo de frustración.

– Lo siento, pero trabajo madre, al igual que todo ser humano. – Un silencio se formó en la línea.

– ¿Te has alimentado bien? –

– Sí, mamá. –

– ¿Duermes bien? –

– Sí, mamá. –

Era el mismo monólogo aburrido de siempre, me preguntaba cómo estaba, si me alimentaba bien, si dormía bien y luego me hacía una pregunta incómoda que nunca contesto.

– Alguna...– Rápido corte las palabras de mi madre.

– Mamá, no digas nada. – Solté un suspiro, no era fácil iniciar una conversación con mi madre, nunca lo fue. – Estoy trabajando te llamo luego. –

Ambos sabíamos que no sería así.

No deje que se despidiera y corte el teléfono, luego de eso lo silencie.

La relación con mis padres fue empeorando a medida que el tiempo avanzaba, nunca fui alguien apegado a ellos y tras revelarles mi bisexualidad las cosas se arruinaron. No me daba el tiempo de seguir sus discusiones y hasta día de hoy no lo hago, tan solo porque es una pérdida de tiempo, tiempo que no tengo.

Continúe buscando mientras revisaba las notas que había tomado hace unos días en mi teléfono, me dirigí hacia una de las cajas que había recogido recién, llena de casos resueltos, hasta que en medio de todos esos archivos apareció una noticia, estaba como caso archivado, pero no fue eso lo que llamo mi atención, sino más bien su título: "Mujer desaparecida, última vez vista en burdel luci rosse" Saque el papel de entre todos y fruncí el ceño, no era solo un caso, eran muchas mujeres y hombres desaparecidos en las mismas circunstancias, en el mismo lugar, a la misma hora. Me impresionaba ver que lo habían dejado como caso concluido cuando en realidad nunca se supo quién fue el causante de aquello, aunque yo me hacía una idea y lo más probable era que por ello habían dejado ese caso incompleto.

Mire la hora en mi reloj y tome los papeles levantándome rápido, al salir de mi oficina me encontré con Jimin y Hoseok quienes al verme sonrieron.

– ¡Hey Tae! Hoy en la noche, peliculas y mucho alcohol ¿Qué tal? – Traté de escapar de aquel acorralamiento y negué.

– No puedo, lo siento...tengo...tengo que irme. – Miré una vez más el reloj en mi muñeca y avance.

– Esta bien...–

La voz de Jimin se sentía triste, decepcionada quizás y claro lo entendía, pero ya no éramos adultos y teníamos trabajos que hacer.

– Otro día ¿les parece? – Dije con culpa, para así salir del lugar.

– Otro día ¿les parece? – Dije con culpa, para así salir del lugar

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𝐋𝐮𝐜𝐢 𝐑𝐨𝐬𝐬𝐞 ☆ 𝗍𝖺𝖾𝗄𝗈𝗈𝗄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora