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Ahin es una chica extrovertida, descomplicada y le gusta vivir la vida al máximo. En una ocasión llamó al apartamento de su padre, quería saber si el fin de semana estaría libre y para fortuna la respuesta fue afirmativa por parte de el.
El fin de semana Ahin llegó al apartamento de su padre Daniel y en ese momento ella lo abrazó y le dió un beso en la mejilla diciendole feliz cumpleaños, su padre se sorprendió ya que ni el se había acordado de aquella fecha. Ahin reia por lo despistado que el era. Momentos después ellos charlaban animadamente de todo, bebían algo de vino y ella colocó algo de música para animar el ambiente, pero mientras lo hacía ella se dio cuenta de algo en particular, descubrío que su padre le estaba mirando las piernas disimuladamente, ella no se esperaba eso, ella había llevado un vestido un poco corto color negro, no sabía que hasta la mirada de su padre se la robaría y aquello le causaba un poco de gracia a Ahin.
Los instantes pasaban y mientras charlaban, tal vez por el efecto del vino, Daniel seguía mirándole las piernas a su hija Ahin, no podía dejar de hacerlo, hace mucho tiempo el no había estado con una mujer y ver a Ahin con ese vestido era inevitable apreciar su belleza, sobre todo sus piernas que se miraban tan apetitosas con aquel vestido negro.
Por su parte Ahin decidió animar a su padre a bailar con ella, se escuchaba una melodía algo romántica, Daniel aceptó y los dos bailaban por el cumpleaños de el. Daniel esprechaba un poco la espalda de Ahin, tener a una mujer desde hace mucho tiempo en sus brazos le causaba algo de excitación, Ahin sonreía ante eso, sabía lo que le pasaba a su padre, así que ella acarició la mejilla de Daniel y el la miraba fijamente diciendole lo tan hermosa que era. Ahin sin esperar más se acercó y lo besó en sus labios sorprendiendo a Daniel, el no se esperaba eso y luego ella se separó. "Te daré el mejor regalo de cumpleaños" susurró Ahin para luego tomar la mano de su padre e irse a la habitación en donde tendrían una velada interesante.
