Habían pasado 4 días desde la batalla con Ursula, la cual a pesar de ser herida de gravedad se encontraba estable y siendo cuidada por Joe. Por otra parte, Ariel ahora era humana y se estaban organizando los preparativos para la boda entre ella y el príncipe.
-Maestra, beba esto-le extendió un frasco con un líquido de color turquesa- la ayudara a recuperarse-
-No lo necesito, puedo recuperarme sola-a pesar de lo grave que estaba deseaba mantener su dignidad-¿No deberías estar tratando de impedir esa boda?-
-¿Para qué?, Ella ya tomo su decisión-lanzo un suspiro de resignación-
-¿Qué tal si te ayudo a que la boda no se realice?-
-Ya lo intento y mire como resulto- la señalo-
-Tontería, todavía tenemos tiempo, quizás yo no obtenga el poder, pero si tu te quedas con la sirena probablemente a Tritón le dé un infarto y se muera-rio con solo imaginar la escena-
-¿Qué tiene en mente en estos momentos?-frunció el ceño, no le estaba gustando el rumbo que estaba tomando aquella conversación-
-Tengo una poción-dijo sonriendo-si se la das esta noche, ella caerá rendida por ti en cuanto te vea ¿no es genial?-
-No...creo....-
-Hazlo-su voz ya no era amigable (o lo que se podía considerar amable para una bruja)-es una orden-sentencio-
A Joe le recorrió un escalofrío que le helo la sangre. Ursula hablaba en serio y él sabía que no podía negarse. Sabia que desobedecerla significaba la muerte.
-Lo que usted ordene-se inclino en una reverencia-
.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Ya había anochecido cuando salió del mar y comenzó a encaminarse hacia el palacio. Se escabullo de los guardias y subió por el balcón que llevaba al cuarto de Ariel. Abrió lentamente la ventana y se asomó mirando en todas direcciones. Encontró a Ariel peinándose frente al espejo. Esta al percatarse de su presencia sonrió y se volteo hacia él.
-¡Joe! ¿Qué haces aquí? No has venido a verme en todos estos días-
-He estado bástate ocupado-se encogió de hombros-
-Me alegra verte-hizo una pausa buscando las palabras correctas-La bruja del mar....¿no te meterás en problemas al venir aquí?-
-Olvídalo, no se enterará- se adentró en la habitación observando todo a su alrededor-bonito lugar-
Ariel se acercó rápidamente y lo abrazo. Joe se dejo abrazar por unos instantes para luego empujarla con delicadeza lejos de él. Todavía no se acostumbraba a las muestras de afecto que siempre recibía de la joven,
-He venido a felicitarte, has conseguido al fin lo que quieres-sonrió de costado-
-Gracias, aunque estoy muy nerviosa, mañana es la boda, no quiero arruinarlo-hablaba rápidamente superponiendo las palabras entre si-
-Que casualidad-metió una mano en su bolsillo- justamente te traía como regalo una poción para quitar los nervios-saca un frasco pequeño con un líquido naranja-
-¿De verdad?-entusiasma sujeto en pequeño frasco que le extendía Joe-eres el mejor-
-Debes beberla ahora para que mañana pueda hacer su efecto, tarda toda una noche en activarse el hechizo-froto sus manos entre si nervioso, sintió una gota de sudor frio recorriendo su frente-
-De acuerdo-sonrió y abrió el frasco-
Joe observaba como el pequeño frasco se iba acercando lentamente a los labios de Ariel. Su estómago se sentía revuelto y un dolor en su pecho iba en aumento. Cerro sus ojos con fuerza y apretó sus manos en un puño.
Ariel no logro posar sus labios en el frasco cuando sintió que alguien se lo arrebataba de las manos con brusquedad. Desconcertada dirigió su mirada hacia Joe quien le había quitado el regalo que el mismo le había hecho.
-¿Qué haces?-pregunto con desconcierto-
-Pensándolo bien-hizo una pausa-quiero verte nerviosa mañana, será algo divertido-lazo una carcajada para luego acercarse al borde de la barandilla y dejar caer el líquido-
-Sigues siendo igual de malvado-cruzo sus brazos e hizo un puchero que a Joe siempre le había parecido adorable-
-JAJAJA, por supuesto, soy un villano-dijo orgulloso-será mejor que me vaya-se sentó en el borde del balcón dispuesto a saltar por el- Feliz boda-sonrió con amargura mientras le daba la espalda a la joven-
-Joe, ¿vendrás mañana a la boda?- se acercó a él-
-No creo que sea bienvenido, pero te vere desde la bola de cristal de mi maestra, no podría perderme cualquier tontería que puedas hacer-
-Yo...a veces dudo sobre si hice lo correcto...hecho de menos a todos, a mi padre, a mis hermanas, a mis amigos, a ti-su voz se quebró-
-eso se llama nostalgia-cerro sus ojos para tratar de contener todas las emociones que comenzaban a embargarlo-ya se te pasara-se acercó a Ariel le beso su frente, sorprendiendo a la muchacha. Fue solo un instante, pero para el duro una eternidad-adiós-se lanzó por el balcón-
Camino rápidamente, hacia la playa. Tenia un nudo en la garganta. ¿Había hecho lo correcto? Su maestra lo mataría al enterarse de lo que había hecho, aunque, pensándolo bien, la muerte no era tan mala si con ello terminaba con aquel molesto sentimiento que nunca quiso sentir pero que ahí estaba, carcomiendo su corazón lentamente.
Suspiro y volvió su mirada hacia el castillo, hacia la habitación de Ariel. Puedo ver su figura aun en la ventana observándolo. ¿Hubiera cambiado algo si en vez de molestarla y tratarla con desagrado le hubiera confesado sus sentimientos? Bueno, ¿para que pensar en ello? Después de todo ya no podría averiguarlo, no podía cambar el pasado, solo le quedaba aceptar el resultado de sus actos y seguir adelante, aunque eso lo terminara destruyendo.
Se adentro en el océano y se sumergió hacia las profundidades donde tendría que lidiar con otro problema.
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Quisiera tenerte
FanfictionUna historia sobre lo que paso después de la batalla final.