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-Encárgate de él, hoy no estoy de ánimos.-Le ordenó a Max para después salir de la casa que compartían, le sorprendía lo mucho que Max odiaba a los pederastas, no es que ella los considerara buenas personas pero teniendo en cuenta que la vendieron a los 13 años podría decirse que estaba acostumbrada a verlos, desde que había decidido seguir el juego de Max habían matado a unos 20 hombres y mujeres que atraparon abusando de niños en algún callejón, por suerte deshacerse de los cuerpos había resultado más sencillo ya que por alguna razón había gente comprando cadáveres frescos sin hacer muchas preguntas, sabía que existía el tráfico de personas pero se imaginó que eran personas vivas, aunque ella no cuestionaba las razones, se quitaba de encima el cuerpo sin tener que destazarlo o cavar tumbas.

Le parecía hipócrita la idea de matar a “malas personas” porque bajo el mismo concepto ella era una mala persona, pero a su puerta habían llegado algunas personas agradeciendo entre lágrimas lo que hicieron y tratándola como si fuera alguna especie de salvadora, las adulaciones y el poder no le molestaban así que podía seguir pasando el tiempo de esa manera hasta que se le ocurriera algo mejor que hacer.

“En este mundo hay personas que merecen morir, pero a veces un monstruo considerado los mata en secreto por nosotros. Así los otros mortales ignorantes duermen tranquilos sin tener idea de nada” Fue lo que dijo una mujer cuando le preguntó si era consciente de estarse acercando a una asesina para agradecer entre lágrimas y abrazos por matar a un hombre que había violado repetidamente a su hija. No le agradaba mucho la idea de ser llamada “Monstruo” pero tampoco tenía muchos argumentos para contradecirlo.

-¡Suéltame maldita sea!-Un grito llamó su atención, volteó encontrándose con una chica de cabello pelirrojo y ojos verdes peleando con tres hombres, la tenían tomada de una coleta de cabello mientras que había otra en el piso dejando su cabello terriblemente mal cortado. Por alguna razón la chica le resultó familiar así que decidió mirar más tiempo, los tres no parecían estar en disposición de violarla pero ya la habían golpeado bastante y ellos también parecían estar golpeados así que se podría decir que quizás la niña se había metido en problemas sola.

Venus suspiró y miró hacia arriba unos segundos antes de soltar una moneda al aire, si salía cara la salvaría, si salía cruz se iría a comprar una gran botella de vino.

-¡TE MATARÉ! ¡Juro que lo haré!-Gritó furiosa con sus ojos brillando de ira, empezó a soltar lágrimas al mismo tiempo que tiraba de su cabello para zafarse del agarre pero solo obtuvo otro golpe como respuesta.

-¿Alguna vez has matado a alguien?-Preguntó avanzando hacia ellos, la moneda cayó a sus espaldas sin verificar el resultado, todos voltearon a verla.-Requiere más frialdad de la que crees, estás muy alterada para hacerlo, por supuesto, podrías darles una paliza si tuvieras más fuerza pero ¿Matarlos? me cuesta creerlo.

Isabel levantó la mirada con asombro al escuchar la voz de una mujer, los barrios bajos era un lugar de hombres en su mayoría y las pocas mujeres que habían no serían tan idiotas para meterse en problemas ajenos (a excepción clara de ella que se encontraba en ese momento en esa posición por meterse en un asunto ajeno) La mujer se acercó a paso lento, despreocupado y por alguna razón que la pelirroja no entendía, su cerebro se vio poniendo atención a cada detalle de su apariencia, llevaba ropa que seguramente era de hombre pero que le quedaba endemoniadamente bien, traje entallado con todas las piezas de color negro, con camisa, chaleco y pantalones, sin saco y con dos guantes de cuero. El cabello lo llevaba suelto aunque por el aspecto levemente despeinado se veía que momentos antes lo tenía trenzado.

-¿Y tú quién eres?-Preguntó uno de los hombres de malas.

-Una simple espectadora.-Respondió mirando a los ojos de la chica, se acercó más y se acuclilló frente a ella.-Dime algo señorita ¿De verdad los quieres muertos?

THE MYTH OF VENUS [Levi Ackerman x oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora