Capítulo 2.

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Sentí aquel frío tacto en mi piel, y al momento mi cuerpo comenzó a ladearse ,mi espalda dolía al igual que mis pies, el movimiento paró, pero a los segundos una ráfaga de luz se filtró en mis ojos obligándome a abrirlos.

Apenas abrí mis ojos mi vista se topó con una de las personas más despreciables del mundo, mi papá.

-¡Hasta que te despertaste!-Exageró.

-Ya si, deja de molestarme y vete de aquí-Dije cansada.

-¡Ya quisiera yo!, pero no puedo, tengo que llevarte a casa, tuviste otro de tus ataques; muy inoportuno por cierto.

-¡Vete a la mierda!, no es mi culpa todo lo que está pasando.

-Esto creo que no, pero lo de tu madre si-Dijo seco.

-Te odio-Mi voz se quebró.

-Ya, no hagas uno de tus escándalos aquí-Pasé la sábana en mis ojos para evitar llorar.

En ese momento entró la enfermera.

-Buenos días señorita Jasmine-Dijo amable-¿Que le pasó?.

-Nada-Hice una pausa para inventar una excusa-es que me dieron ganas de estornudar, ya sabe-.

-Está bien. En un momento vendrá el Sr.Gonzalez, el doctor-Explicó-y le entregará el resultado de sus exámenes.

-¿Exámenes?¿Para que?.

-Es que creemos tener un diagnostico, por lo de sus ataques dolores y demás, esperemos que salga todo bien para que pueda irse a casa con su padre-Quitó su mirada de mi y la enfocó en él para después volver a mirarme.

-Está bien.

-Bien, ahora le quitaré eso de tu muñeca para que más tarde se puedan ir-Dijo, y tomó mi muñeca para después quitar la delgada aguja de ella. Tomó un poco de algodón que estaba sobre una mesita al lado de mi cama y lo colocó en el pequeño pinchazo.

Después de eso se retiró al igual que mi papá.

Me levanté de la cama y me dirigí hacía el baño:

-¡Dios, que horrenda!-grité en voz bajita para mi misma.

Mi cabello lucía como si hubiese pasado un huracán, tengo terribles ojeras bajo los ojos, luzco como una indigente o algo así. Tomé una inspiración profunda y comencé con lo mío, lavé mis dientes y mi rostro, cepillé mi cabello e hice mis necesidades.

Salí del baño para ser el centro de atención en aquella sala, se podía sentir la tención de todo mundo, hasta en mi papá al parecer.

"Ha de ser algo grabe." pensé. Agité mi cabeza para ahuyentar todo mal pensamiento de mi mente.

-Jasmine, por favor,siéntate.-oí la voz levemente grave de el Sr.Gonzales.

Me senté en la silla, todos me seguían observando como si yo fuera un bicho raro, "No soy muy bonita, lo se, pero no es para exagerar." me dije a mi misma en mi mente.

-Hay algo que tenemos que decirle...usted...amm...-dijo él doctor.

-Por favor, vaya al punto, ya hasta me está poniendo  nerviosa.

-Usted padece de leucemia crónica.

Se hizo el silencio, nadie hablaba, nadie se movía, puedo jurar que apenas respiran.

Tardé unos segundos en procesar todo, cuando reaccioné mis ojos se cristalizaron, sentí mi corazón estrujarse, sentía como el pequeño y desgastado mundo que tenía se derrumbaba en  pedazos.

-¿C-c-cuanto tiempo me queda?-balbucee.

-Aproximadamente...2 años-Agachó su cabeza para después levantarse e irse de allí.

Sentí como el ardor quemaba en mi garganta, las lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas. Dolor, tristeza, miedo, lo que sentía era inexplicable.

¿Para que seguir  viviendo? Solo eran 2 años, no cambiaría nada, tenía solo mi vida, la cual era una mierda, mi padre seguiría siendo igual conmigo, mamá no volverá nunca más, no tengo a nadie que esté con migo.

-Cuando salga de aquí, lo haré-Susurré.

Lo haría, me suicidaría.


Ángel|Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora