Capitulo 9.

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Narración Amy.


-Despierta dormilona. -escuché que decían.


Ya había pasado un mes desde mi transformación. En ese mes había aprendido sobre la historia de los vampiros, el don de cada uno, que por cierto aún no había descubierto el mío, el estatus social y que a los servidores del gobernador y a éste, se les denominaba Capitolio.


El gobernador no era ni más ni menos que el Rey vampiro, a los que todos debíamos respeto, y justamente hoy era el día en el que tenía que presentarme. En todo este mes, a pesar de mis insistencias, no pude dormir con Jeff porque primero tenía que presentarme ante el rey como su esposa y luego celebrar una ceremonia vampira. Estos vampiros no se tomaban un casamiento a juego. Tampoco he sabido nada de mi mentirosa familia a la que por cierto no deseo ver, por mantenerme engañada todo este tiempo.


-Tenemos que llegar puntual, recuerda que hoy es nuestra cita con el gobernador.


Jeff era quien me despertaba.


Me levanté de cama, le regalé un dulce beso en los labios a mi prometido e hice mi rutina mañanera de todos los días.


Cruzamos el estado en busca del Rey.Donde vivía el Rey Nesbit, era una mansión de piedra, con grandes ventanales y grandes puertas.


Cuando llegamos a la puerta principal, había una larga fila de personas con cámaras, y ropa sport. Notablemente, eran humanos.


-¿Que hacen todas estas personas? -le pregunté en voz baja a Jeff.


-Así es como el Capitolio obtiene su comida. Les hacen pensar que es una excursión y les cuentan una historia barata sobre un rey siniestro que vivió hace miles de años, les muestran las habitaciones y al llegar a la última degollan a aquellos que no les importan mucho a sus familiares.


-Escalofriante. -Y verdaderamente lo era.


-¿Qué desean? - preguntó una secretaria que curiosamente también era humana.


Jeff le mostró sus colmillos y ella nos dejó pasar.


Si ella era humana ¿por qué trabaja aquí, acaso no saben que son vampiros? Y justo antes de preguntar mi marido respondió.


-Ella quiere ser vampira y para mostrarnos su lealtad tiene que trabajar un año para el capitolio en lo que se le pida.


-Gracias por leer mi mente sin consultar- le contesté con una sonrisa en mi rostro.


Jeff me tomó de la mano y un mayordomo abrió la puerta en la que se encontraban los integrantes del capitolio. Estaban sentados en una media luna con sillas altas que me hacían ver inferior. Todos mirandome.


-¡Por fin han llegado! ¡Pasen! -dijo el Rey Nesbit poniéndose de pie.


Love, Blood & Wolfs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora