nsfw
Si desean que mi cuenta vuelva pueden quejarse con wattpad haciendo a notar que no rompí ninguna regla!! Quizá así devuelvan mi cuenta
Por fin el horario laboral de Masachika había terminado, eran las siete de la tarde, se suponía que iba a pasar todo el día con su pareja pero lamentablemente su trabajo tenía otros planes.
Suspirando con cansancio, caminó de vuelta hacía su hogar, todo su día perdido gracias a su trabajo, pero ya no importa, ahora podía disfrutar lo que quedaba de la noche con su pareja y realmente esperaba que tuviera una linda cena para él ya que moría de hambre.
Llegando a su residencia, tiró su mochila al sofá soltando un pesado suspiro, aunque gracias a aquello, pudo notar el silencio abrumador que había en el lugar, extrañado, comenzó a caminar buscando a su pareja con la mirada, pero por alguna razón, no se encontraba ni en la sala ni en la cocina, dónde el albino usualmente estaba.
Yendo a su habitación, abrió la puerta y prendió la luz, y allí estaba. Sanemi estaba
Semidesnudo, estaba únicamente con la sudadera de Masachika puesta cubriendo sus genitales junto a unos calcetines blancos largos que cubrían sus trabajadas pantorrillas. En sus manos había unas esposas con terciopelo negro, en su rostro se apreciaba un notorio sonrojo en sus mejillas. Pero en definitiva lo que más resaltaba, era la forma adorable en la que Sanemi estaba sentado en la cama, tenía sus piernas cruzadas y sus manos todavía libres protegiéndose del frío.—¿Sa.. Sanemi?—Sorprendido, el albino se exaltó y rápidamente escondió las esposas detrás de su espalda, ni se las había puesto aún, solo jugueteaba con ellas y pegó un tierno suspiro exaltado ante la presencia de su novio, creía que llegaría más tarde inclusive.
—¡Ku-Kumeno!, No te escuché entrar ¿Como te fue en el trabajo?—Sonriendo con vergüenza, se quedó completamente quieto, se sentía como un idiota siendo descubierto por su pareja cuando preparaba su sorpresa.
Masachika arqueó las cejas porque efectivamente estaba sorprendido, acercándose al contrario, agarró con delicadeza su cuello obligando a que levantara la mirada encontrándose con los lindos ojos azabaches de Kumeno.
—Me fue bien..—susurró él azabache, a Sanemi le quedaba demasiado bien su sudadera que le cubría los muslos. No es como si Masachika fuera más alto, en realidad, solo le gustaba la ropa larga—¿Qué tienes detrás tuyo?—preguntó burlón, Sanemi retrocedió con nerviosismo— ¿Es para mí?
—Eeh.. B-bueno..—Con timidez, miró hacia otro lado, no sabía qué mierda decir.
—Si es para mí entonces no te importaría dármelo ¿no es cierto?—De un movimiento rápido, le sacó de las manos aquellas esposas que Sanemi escondía, este se quedó totalmente quieto sufriendo escalofríos por el comportamiento del mayor— Oh..
—¡S-se suponía que era una sorpresa!, ¿¡Por qué mierda tienes que estar tan desesperado!?—Con demasiada vergüenza, regañó a su pareja fingiendo que no quería esto, fingiendo que no se estaba excitando poco a poco.
Masachika no hablaba, estaba en silencio apreciando su pequeño regalo, apreciaba los muslos gruesos y musculosos de su pareja, apreciaba sus clavículas que podían verse a través del suéter, Dios, ahora mismo solo quería quitárselo y jugar con su regalo.
—Son para ti..— habló Sanemi refiriéndose a las esposas, Kumeno le miró juguetón— Quería usarlas hoy.. Pero no sé si realmente quieres—Con timidez, rascó su nuca, ahora pensaba en que tal vez debió optar por otro regalo pero no, este regalo era perfecto, solo que aún no lo sabía.
Masachika sonrió, una sonrisa que ponía aún más nervioso a Sanemi, eran de esas sonrisa lascivas que su novio hacía antes de hacer algo obsceno, debía admitir que la idea no le disgustaba.