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Solo tengo 16 años, pero ya tengo sueños y ambiciones de cara al futro que me hacen plantearme cierta clase de cosas. Me llena la cabeza la idea de formar una familia, tener unos estudios dignos y poder trabajar de lo que me gusta, sentirme realizada y ayudar todo lo que pueda al mundo, ganar dinero y ser independiente, pagarme una casita con ventanales grandes y mucha iluminación y paredes blancas sin gotelé. Quiero vivir lo que pueda hora que estoy en la adolescencia para ser la mejor versión de mí en el futuro; pasarlo bien pero no olvidarme de mis obligaciones, estudiar y aprender todo cuanto pueda, ahora que mi cerebro retiene muy fácilmente toda la información, hacer amigos y descubrir a gente diferente a mí y no dejar de aprender de ella. Apreciar lo bueno del mundo e intentar mejorarlo, ser consciente de lo malo del mundo y hacer todo lo que esté en mis manos para cambiarlo. Y como cualquier ser humano, tener curiosidad por las cosas, sobre todo por las que no entiendo, informarme de todo y aprender, seguir aprendiendo. Unirme y luchar por todas las causas justas, pelear por la libertad de las mujeres, de los hombres que lloran y los que aman.

Solo tengo 16 años, pero me intereso por la liberación del ser humano en todos los aspectos posibles. Intento que se erradiquen esos prejuicios que nos atan a cientos de años de historia en los que hemos pasado por diferentes visiones de la sociedad, olvidándonos así de nuestra libertad individual. Sueño con que puedas llorar bien tranquilo, no ser señalado y que no se dude de tu valor como hombre por ello, que seas libre de expresar lo que sientes, que compartas con el mundo tus pensamientos, que escribas, que rías, que bailes, que cantes y corras sin miedo.

Tengo solo 16 años, pero imagino un mundo en el que la salud mental sea tan importante y valorada como la física, un mundo en el cual esté igual de bien ir a curarse la rodilla que ir a curarse la cabeza, que de esta nos ponemos malos todos alguna que otra vez. Poder hacer públicos los sentimientos es un arte que muchas veces acaba en desastre, hagamos de ello una rutina y adoptemos todos el bello hábito de la expresión y exteriorización de lo que sentimos, de lo que somos. Que no se tache de débil al que tiene la valentía de querer curarse, de querer salvarse. No existe nada más bonito que la ayuda común que, desde hace siglos, existe en la humanidad y que, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello, es nuestra propia naturaleza.

Tendré solo 16 años, pero soy consciente del arte de la vida y el amor, el aprecio mutuo y la admiración por parte ambos miembros. Por ello me fijo en los detalles, en lo que hace feliz a la gente, en los pequeños momentos y en cómo les brillan los ojos al hablar de lo que les gusta, en cómo su lenguaje corporal me cuenta cosas que la boca no se atreve. Intento no ser un peso para el que está al lado, porque mierdas en la cabeza tenemos todos, pero quiero convertirme en esa persona que, aunque sea por un rato, elimina todos esos pensamientos que abruman y puedas reír por un ratito.

Tengo solo 16 años, soy joven, y aún así aprendo del que está por encima de mí, respeto al que tiene un puesto de poder mayor que el mío y aprecio lo que han trabajado para llegar allí. Intento no ser una mala clienta cuando voy a una tienda, sino ser de esas personas con las que te quedas y piensas: “qué agradable”. Quiero tomar ejemplo del mayor y dar ejemplo al pequeño. Nunca perder la educación, el hola y adiós que nos inculcan nuestros padres desde pequeños y con el tiempo vamos olvidando.


Tengo solo 16 años, pero me esmero en estudiar y aprender sobre todos los temas, para poder tener debates con conocimiento y criterio propio. Para así poder viajar por el mundo sabiendo dónde estamos en todo momento y conocer la historia de los lugares que pisemos. Estoy aprendiendo de literatura, de poesía y narrativa, del teatro y la novela, para así conocer el poder de las palabras juntas y por separado, para así saber escribir cartas de amor a vivos y muertos, hacer que les lleguen mis sentimientos mediante combinaciones de 27 letras que plasman un significado concreto, para así valorar el arte y vivir con cada capítulo, pasar las hojas despacio y bailar bajo las letras. Compartiremos libros y nos recomendaremos otros, valorando todos los géneros y el arte de las palabras. Estoy aprendiendo también de filosofía, para entender el mundo que me rodea y por qué hacemos lo que hacemos, o lo que deberíamos estar haciendo cuando lo deberíamos estar haciendo. Para saber la diferencia entre el amor al arte y el arte de amar.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2023 ⏰

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