Un empresario multimillonario y un pasante de economía, a donde los llevará el destino y sobre todo hasta donde estarán dispuestos a llegar por saciar sus más oscuros deseos?.
"Cuando el placer y la lujuria van de la mano, es inevitable para un ser...
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El sonido del ascensor abriéndose, pusieron a Seokjin con los pelos de punta esperando que llegara su final. Relajo los hombros al ver entrar a Jimin, con un gesto de cabeza lo saludo que el correspondió y se dirigió a su oficina.
Jimin también era su jefe y a diferencia Jeon o Taehyung, Jimin era más... distante, solía ser amable y accesible en el trabajo pero algo en el se sentía diferente. Lo que en un principio sorprendió a Seokjin, fue que Jeon lo trataba con demasiada amabilidad y era al único que le permitía entrar a su oficina sin tocar la puerta. Si hubiera sido Seokjin o alguien más, seguro que los haría papilla, humillandolos públicamente.
—Si por que preguntas?—Los nervios consumían a Seokjin, que miraba insistentemente hacia el ascensor.
—Te noto... algo distraído—Contestó Sana tecleando en su computador.
Estaba más que distraído. Tan solo de pensar que en cualquier momento su gruñón Jefe, saldría de ese aterrador ascensor, lo asustaba.
—No dormir bien, eso es todo—Como podría haber dormido, si toda la noche las imágenes de lo que había echo, se reproducían como si se tratará de una pelicula porno.
—No puedo creer que hasta en nuestras casas no podamos descansar—Sana dio un frustrado suspiró—Si no fuera por mi hijo, ya me habría rendido hace mucho tiempo.
Se compadecia de Sana, ella era una joven y hermosa mujer que había quedado embarazada a temprana edad y como muchos podrán sospechar, el padre no se hizo cargo dejandole todo el trabajo a la pobre mujer. Seokjin se sentía afortunado de tener unos amorosos padres que lo aceptaban tal y como era, una adorable hermana menor que lo admiraba y a grandes amigos como yoongi, que siempre le han dado apoyo. A pesar de que su amigo es un poco gruñón.
Al estar divagando, Seokjin no se dio cuenta de que el ascensor se abrió y el hombre de sus más sucias fantasías, entraba desbordando arrogancia, solo hasta que paso de largo delante de el sin darle si quiera un vistazo.
Sana saludo a Jeon con un "buenos días" que fueron ignorados como ya era costumbre y sin tomarle importancia a ese desplante. Nadie se atrevería a protestar tratándose del mismísimo presidente y accionista mayoritario de esta gran empresa. Así que solo quedaba resignarse y quedarse callado.
Seokjin siempre se había sentido decepcionado por esa grosería pero su mal humor desaparecía cada que sus ojos se deleitaban con su sola presencia.
Se puso rígido al verlo pasar, no movió ni un solo músculo pero no es como si importara, si tu jefe te ignoraba.
En el trascurso de la mañana como era costumbre, no vio a su jefe ni por casualidad y eso lo alivió en algún modo, pero su nerviosismo no disminuyó. Estaba casi seguro que en cualquier momento lo llamarían y finalmente llegaría su hora. Su despido. Dios! Acababa de ingresar a una de las más importantes y prestigiosas empresas de corea del sur. Yoongi lo mataría. Bueno si ese era el caso, tendría que recurrir a su arma secreta.
