Capitulo 1

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Grisly estaba empacando las pocas cosas que había dejado en su habitación en la que llevaba viviendo ya casi veintisiete años, risas, llantos, enojos, todo eso cabía en una pequeña caja de cartón, y con la canción riptide sonando de fondo en sus audífonos miro por última vez su habitación con un largo suspiro cerro la puerta.
Bajando las escaleras se encuentra con pretzel, moviéndole la cola y con su juguete listo para que juegue con él, Gris lo alza y apretándolo a su pecho le dice lo mucho que los ama.
- Mi pequeño Pretzel, te amo mucho y en cuanto tenga la oportunidad te llevo conmigo – abrazándolo y entregándoselo a su mamá también la abraza.
Su madre que lleva llorando ya unas cuantas horas se despide de ella.
- De eso nada, lo cuidare mucho – sonríen, recordando cuando Gris llego por primera vez con su fiel amigo, sus padres no estaban de acuerdo cuando ella lo adopto, un cachorro apunto de cruzar una avenida llena de carros, ella salía de su trabajo en la cafetería, cuando escucho un aullido, apunto de cruzar ella lo llamo con un pedazo de emparedado que llevaba en su mochila, el temeroso al final confió en ella, al final sus padres se fueron encariñando con él, a tal grado de que muchas veces ella los encontraba viendo películas y entre los dos se encontraba Pretzel.
- Los extrañare mucho, pero prométanme que en cuanto puedan irán a visitarme o tratare de escaparme – Para Grisly era muy difícil separarse de sus padres, ya que era hija única, antes de que por fin le llamaran de la cartonera trabajo de secretaria en una pequeña constructora enseguida de graduarse y dado que su universidad se encontraba en la misma ciudad nunca tuvo la necesidad de tener que vivir en otro lado, además la casa de sus padres es muy espaciosa, ya que era una casa muy bonita, pues su papa tenía un buen puesto de banquero y su mamá tenía uno de los mejores restaurantes de toda la ciudad, por lo que Gris nunca tuvo necesidades aun así ella siempre prefirió hacerse camino por si sola.
- Gris, cariño, si no te vas ahora se hará de noche antes de que llegues al primer hotel, estas a un día - le menciona su padre, que con un gran dolor en el corazón por que su hija se va aun así está orgulloso de que al fin logro obtener el puesto que siempre quiso y en donde quería.
- Bueno pues me voy, si alargo esto me costara mucho más de lo que ya me está costando- Gris toma un suspiro, saliendo con una mochila en donde lleva su cartera, celular, cargador, audífonos, sale de su casa y toma su coche, el coche que sus padres le han regalado, aunque vivir en New york, bueno ahí estaba la matriz de la empresa, ella más bien vivirá a unas cuantas horas, pero por el momento necesitaba en donde hospedarse y tener un coche dicen que no funciona de nada, pues hay un tráfico de la mierda le han dicho sus tíos.
Despidiéndose a lo lejos de sus padres, empieza a recorrer el camino hacia ahora su nuevo destino, nueva vida y sobre todo nuevas personas.






Por otro lado, estaba Henry, que había quedado de ir con su hija Sophie a él zoológico, pero tenía una conferencia pendiente acerca de los nuevos métodos para detectar algún fallo en el corazón en Toledo a unas cuantas horas de Nueva York, por lo que no tubo de otra y llevar a Sophie con él y prometerle que al día siguiente la llevaría al acuario más cercano.
En cuanto hubo por terminada la conferencia a Henry le llego un mensaje de una de sus colegas que desde hace un año que se reencontraron han tenido encuentros, ya que como él no piensa enamorarse nunca más solo quiere alguna distracción, por lo que Jacqueline se ha ofrecido a dársela sin esperar nada a cambio, él ha dejado a su hija con una niñera y en unas cuantas horas las alcanzara para llevarla al zoológico como había prometido, entonces tenía algo de tiempo, aceptando verla, se dirige al hotel en donde estaba hospedada y tocando en el número de habitación que ella había mandado por mensaje, se abre la puerta.
- Podría acompañarte al zoológico como una colega – Henry volteando a verla se pone serio y le responde
- Sabes que a mi hija no me gusta meterla en mis asuntos, y presentártela te estaría dando pie a que esto que hacemos sería algo más, y siempre he dejado en claro lo que siento al respecto – lo dijo con toda la tranquilidad
Jacquelin se caracterizaba por su belleza, alta, rubia, ojos del color del cielo, muy buena en su área de obstetricia, y solo había cometido un error, haber aceptado estar con Henry aun sabiendo que ella se enamoraría y el no, aun así, ella sabía que él nunca le diría que no cuando los busca, ya que ambos tienen necesidades, él no tener que pensar y ella estar cerca de él.
- Lo sé – no le quedo más que decir
- No es mi intención lastimarte – Henry se acercó a ella – si en algún momento ya no quieres que sigamos con esto, solo dímelo – ella solo soltó una carcajada
- Fue una tontería, no querrás presentarle a tu hija a la mujer que te estas cogiendo – sonrió pícaramente
- No lo veo de esa manera – aunque la verdad era que sí, pero él no querría decirlo, debes en cuando se podía comportar como un caballero- hablando de, me tengo que duchar, tengo que verla en unas horas – su acompañante solo asintió
Horas después se encontraba manejando rumbo hacia el zoológico, para cuando llego se encontró con la noticia de que la niñera no encontraba a Sophie, al parecer cuando iban hacia el acuario ella hecho a correr.
- Maldita sea, solo tenía que hacer su trabajo, tiene solo seis años - estaba desesperado por lo que llamo a todas las autoridades y dado que se regocijaba entre personas poderosas movió cielo, mar y tierra para que buscaran por todo el zoológico a Sophie.






Grisly decidió seguir su camino hacia New York, ya solo faltaban unas cuantas horas para llegar, pero algo se movia en su estómago, sus tripas le pedían comida, o mínimo un café, un aperitivo, salió muy temprano del hotel así que no le dio tiempo de desayunar. Estaba a 8 horas de su destino por lo que quería adelantar camino.
- Diablos, me duele el coxis – dijo para si
Por un momento pensó en seguir su viaje, pero por su vista se atravesó una cafetería, disfrutando de su café y su pedazo de pastel de zanahoria decidió estirar las piernas caminando por hacía lo que parece ser una entrada para algún parque, por lo que al final sentarse en una de las bancas.
Realmente el parque está un poco solo salvo por unos patinadores, lo que por su mente paso un capítulo de mentes criminales o algún episodio de la ley y el orden...
- Diablos, debo dejar de ver tantas series de crimines – sacudió su cabeza para que la idea le desapareciera.
Espero al menos unos treinta minutos más y decidió en caminarse para su auto cuando a lo lejos vio a una pequeña niña sollozando parada en medio del desolado parque mirando hacia todos lados.
Grisly volteo a todos lados para ver si podía ver a algún adulto que pudiera ver a esa niña, pero lo cierto es que no había nadie alrededor, no podía dejarla así se dijo así misma, se acercó a ella y conforme lo iba haciendo se dio cuenta que la niña tenía cabello undulado, y llevaba un vestido amarillo, los cachetes los tenía rojos de tanto llorar, a simple vista no tenía más que cinco o seis años, cuando la tubo cerca ella pregunto primer.
- Hola – Gris trato de tener mucho cuidado – Me llamo Grisly
La niña desconfiada se limpió con su mano la nariz, y agachando la cabeza las lágrimas volvieron a salir.
- ¿Te puedo ayudar en algo? - Gris le volvió a preguntar
- Quiero ir con mi papito – al fin contesto
- Claro, yo te puedo ayudar, ¿está en el parque? - la niña negó
- Estábamos en el parque y salí a buscarlo y como no lo encontré camine... pero no lo encontré y después ya no supe cómo llegar... y ahora no debe hablar con desconocidos... pero no sé qué hacer... ¡quiero a mi papá!
- Ok... ok... tranquila veremos qué podemos hacer – Gris se puso a pensar que podía hacer, su auto estaba un poco lejos, así que decidió poner en su celular la ubicación del zoológico, ya que la niña le dijo que su padre estaba ahí, con suerte estarán todavía ahí buscándola.
Como persona que sabe manejar la tecnología, se dio un aplauso mentalmente ya que se puso en marcha con la niña rumbo al zoológico.
- Muy bien, estamos en Highland park, dice que son... ¡vaya! Cinco calles bastante largas, tuviste que caminar mucho – la niña de la cual aún no sabía su nombre la había tomado de la mano – por cierto, ¿cuál es tu nombre?



- Sophia, pero todos me dicen Sophie – la niña que había dejado de llorar y por algún motivo confiado en Gris, le contesto y mirándola le comento – tú me puedes llamar Sophie
- Hola Sophie, yo me llamo Grisly y estoy de visita en Toledo, pero en realidad soy de Wisconsin ¿y tú?
- Yo vivo en Nueva york, mi papá es doctor – y al parecer un idiota se dijo a sí misma Grisly – solo que tuvo que dar una junta y decidí salir a buscarlo ya que el no llego a tiempo al zoológico
- ¡Vaya!, pero es peligroso que alguien de tu edad salga sola, eres muy pequeña y podrían haber pasado muchas cosas – ambas empezaron a platicar de que le gustaba hacer a Sophie, claro que para alguien de la edad de ella su padre le había regalado libros de todo excepto de princesas y cuentos de hadas.
Acercándose más al zoológico guiada por la más grandiosa app, seguían platicando por lo que no se dieron cuenta cuando Henry las vio a los lejos ¿Quién era la mujer que tenia de la mano a Sophie?
- Entonces me dices que nunca has escuchado a Miley Cyrus ¿Hanna montana? - menciono Gris sonriendo
- ¿Qué edad tienes? - Menciono Sophie
- La suficiente, bueno crecí con ella... ¿bueno al menos te dejan escuchar música? - Sophie miro a Gris
- Claro, Frank Sinatra, Abba, un poco de música clásica - Gris no pudo evitar hacer una mueca de Wow, no pudo evitar pensar en su playlist, desde música latina urbana a inglés, pasando a un poco de salsa, bachata, tal vez música de los setentas, la lista era larga, pues su padre era latino, sus rasgos latinos mezclados con los de su madre americana hacían que ella no lo pareciera, pero su papá también le hablaba en español y el ritmo estaba en sus venas, por lo que el escuchar que aquella niña escuchaba música clásica hizo que se sorprendiera.
- Vaya, si son gustos diferentes – le dijo
- Siempre escucho música con mi papá - cuando contesto niña vio a lo lejos a un hombre acercase a toda prisa y a cuatro oficiales detrás de él - ¡papi!
Gris volteo a verlo, pero estando a metros él les dijo a los policías que la arrestaran, cuando ella logro reaccionar le arrebataron a la niña de la mano y se vio envuelta entre esposas.
- ¿Qué diablos están haciendo par de imbéciles? - logro decir Gris – yo solo traje a la niña
- ¿Por qué? - respondió Henry
- ¿Por qué, idiota?, pues porque estaba sola en el parque a unas cuantas cuadras de aquí, esperando encontrar a su estúpido padre que llego tarde al zoológico- Gris empezó a forcejear, pero los oficiales la llevaban hacia el coche de policías, por alguna razón ese comentario hirió a Henry que se detuvo a preguntarle a su hija.
- ¿Eso es cierto Sophie? - le pregunto Henry a su hija que había empezado a llorar cuando vio como estaban tratando a Grisly
- Si, mi amiga Gris me ayudo a volver hasta aquí - ella apretó la mano de su papá
- Sophie, por qué hiciste eso, ¿sabes que casi volteo medio país por encontrarte? - la niña negó y después la abrazo.




Gris carraspeo, y volteando a verla les pidió a los oficiales que la soltaran
- Lo siento – Henry con Sophie en brazos le ofreció la mano, algo que Gris rechazo pues estaba más que molesta, estaba furiosa, como habían podido tratarla de esa manera, alguien que había traído a la niña sin pensar en lo lejos que estaba de su camino.
- Lo único que quiero saber es si ya me puedo ir – ya molesta Gris que quería matar con la mirada a Henry
- Claro – Henry un poco apenado, que era algo raro en el asintió - ¿Espera cuál es tu nombre?
- ¿Para qué? ¿Para qué me manden a investigar, para saber si Sophie estuvo segura?, pues adivinen que soy una persona terrible, pateos perros, tiro huevos a las casas, ¿Qué más quieren saber? - Henry sonrió un poco y les pidió a los oficiales que se retiraran, y llamando a la niñera de Sophie para que se la llevara le ofreció una disculpa.
- Te ofrezco una sincera disculpa, pero me cegué por la preocupación... para remediarlo te ofrezco esto - Henry sacando su chequera, poniendo la cantidad de cinco mil dólares, se lo ofreció a Gris.
Ella sacando los ojos de lo enojada que estaba sintió el poder en la palma de su mano, pero esta imbécil que se creía se dijo, tomo el cheque y rompiéndolo se lo aventó.
- No la ayude por dinero, idiota – fue lo último que dijo que hizo que Henry se descolocara, haciendo que viera como se iba la mujer que acaba de salvar a su hija y de alguna manera el ofendió.

Dos semanas después

Henry y Sophie estaban alistándose para ir a la casa de los mejores amigos de sus padres pues su hijo se iba a la universidad y le habían organizado una despedida, por lo que a él se le hizo buena idea, después de lo que paso con Sophie quedo claro que no la iba a dejar sola, de camino recibió una llama de Jacqueline, pero la rechazo, de alguna manera la mujer que salvo a Sophie le había dejado en Shock, la recordaba perfectamente, cabello color café con unos cuantos destellos, esos ojos color café que parecía que lanzarían rayos láser, le hizo reír, su hija le dijo su nombre; Grisly...
- Vamos Gris, es fiesta de universitarios – le dijo Alan su compañero de trabajo con el que había hecho una amistad desde que llego, pero diciéndole desde el principio que no podía ser de ella porque su novio no permitía hacer tríos, cuando decía eso Gris reía - ¿cuántas mimosas llevas?
- No lo sé, un poco más y salgo a la pista a bailar – sonreía, ya con los ojos vidrioso y los pómulos de los cachetes rojos, lo que indicaba que se le había subido ya el alcohol
- Venga otra y a bailar – a los lejos el dj que habían contratado puso música urbana lo que a Gris le gusto ya que habían puesto a su cantante favorita del momento Karol G y como no a Alan también le gustaba.
Cuando Henry llego la fiesta había música que a él no le gustaba absolutamente nada, cuando Deva la anfitriona de la fiesta le comento que había zona para los niños y que estaban a salvo Sophie se fue con su hija Karina ya que eran buenas amigas, siempre quedando al pendiente del localizador que le había comprado un día después de que se fuera del zoológico.
Cuando salió a la parte del jardín, vio a mucha gente con bebidas, jóvenes, adultos, la pista de baile estaba un poco llena, las fiestas que ofrecían los amigos de su papá siempre le gustaron, había mucha variedad de música, aunque no toda le gustara, pero por lo general se acordó que a su esposa siempre le gustaba ir por que decía que había buen ambiente, acercándose toma un vaso de lo que parece ser whisky y se acerca a su padre que lo saluda desde lejos, estaba con Ricardo el esposo de Deva, empezaron a platicar, por lo visto nadie sabía del incidente con Sophie, así se evitaría dar explicaciones, cuando empezaron una plática acerca de negocios él se percató de un vestido color azul cielo en el centro de la pista, cabello ondulado largo, de esa forma viendo a una mujer conocida que no se había podido sacar de la cabeza, moviéndose al ritmo de la música, lentamente bajo el vaso hasta poder contemplarla por completo... Grisly; se dijo entre labios.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2023 ⏰

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