⁰⁰: El comienzo

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Una castaña bajaba de una motocicleta, en su teléfono que tenía a la mano se lograba reproducir una escena de un anime que le gustaba.

— Gracias hermano, ahora sí ya puedes ir por tu novia — le sonrió a un pelinegro, el cual solo le dió golpecitos en su cabeza como muestra de afecto.

— Hazle caso a mamá, no tardaré — la menor asintió con una sonrisa para después girar y caminar al interior de su hogar.

Volvió a mirar la pantalla de su celular y frunció su ceño al ver cómo el personaje principal exclamaba con furia en contra de sus padres.

— Al menos lo puede ir a ver... — se quejó, pero decidió relajarse intentando recordarse que solo es un anime.

— Hija — la voz de su madre la hizo dejar de mirar su celular, por lo que le puso pausa y la miró, dejo su mochila en el suelo y caminó hasta ella para darle un beso en la mejilla — ¿Cómo te fue?

— Bien, he exentado casi todas las materias, pero hay una en dónde todos presentaremos el examen, no logré llegar al ocho — respondió con pesar — el lado bueno es que tengo una semana para estudiar, el lado malo es que no lograre que se me quede todo — se lamentó.

— Puedes empezar mañana, hija, hoy quisiera que entres al sótano a quitar las cosas de tu padre, lo haría yo... Pero desconozco el funcionamiento de esa máquina, no quisiera hacer un desastre, en cambio, tu lo ayudaste a construirla — la castaña suspiró, al menos no estudiaría, y podría ver todo lo que su padre hizo.

— Me baño y bajo, confieso que me atrae la máquina, él solo la uso una vez, quisiera hacer mi mundo, según me dijo una semana ahí es una hora aquí — mostró una sonrisa llena de emoción, la mujer la miró pensativa.

— Podrías ir y estudiar — propuso, la menor lo pensó y asintió con rapidez, para después mirar su celular con emoción — pero no quiero que lleves a esos muñecos chinos.

— Japoneses mamá — corrigió — pero... Quisiera... Me sirve para descansar — vaciló — ¡Te hago la limpieza de toda la casa si me dejas!

— Esa es tu obligación — se cruzó de brazos — es peligroso, ¿Qué tal si hay gente que ya ha matado?

La castaña se mordió el interior de su mejilla, no podía decirle que todos los personajes habían matado a al menos una persona, o que incluso algunos niños ya habían arrebatado una vida, o que incluso algunos hacían sacrificios.

— Nadie es un asesino, todos son buenos — mintió.

— Si es así, está bien, pero solo dos horas, no más — la joven exclamó emocionada y se lanzó a los brazos de su madre, le dio un beso en cada mejillas y corrió a su habitación para poder bañarse y arreglarse.

La mayor observó a su hija mientras mordías su labio inferior, no le gustaba para nada la idea de que aquella maquina fuera encendida nuevamente, pero sabía que su hija podría encontrarse con un mejor animo después de usarla.

Soltó un suspiro, camino hasta el sótano de su casa y bajó con cuidado, encendió la luz y miró el objeto que había ocupado mas de un año en ser creado, al acercarse no se atrevió a tocarla, pero si miró como había una mesita donde habían tres relojes, ella sabía que con ellos en buen estado no habrían problemas.

"Solo dos horas, ella regresará feliz y uno de sus sueño se cumplirá" dio media vuelta y salió lo más rápido que pudo, estar ahí le dolía.

***

La joven bajó con lentitud por el sótano mientras su corazón latía con rapidez, al encender la luz sus ojos brillaron, se acercó a la maquina y la observó detenidamente, había un teclado, por lo que se acercó y empezó a teclear para crear un tipo mundo.

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2023 ⏰

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