TE EXTRAÑO PAPI

Antares estaba acostada con su madre, en el cuarto de sus padres, escuchaba su madre suspirar ruidosamente y su corazón se contraía en cada suspiro, luego cuando su madre creyó que ella ya estaba dormida, empezó a sollozar, el día anterior había sido así también.

Cuando Hermione Granger y Draco Malfoy se casaron hace casi 29 años, creyeron que tenían una larga vida por delante, por supuesto, se amaban muchísimo, pero adelantaron la boda porque Antares Malfoy, venía en camino, su padre la amo desde el primer segundo, su madre siempre le decía con una sonrisa en la cara, estaba contentísimo con el embarazo, deseaba muchísimo ser padre, así que por la emoción decidieron esperar para saber el sexo del bebé, todos pensaban que sería un niño, por supuesto, los Malfoy solo tenían varones por lo que fue una sorpresa cuando al nacer, resulto ser toda una princesa.

A su madre le gustaba contarle a Antares, como cuando Draco llegaba del trabajo la dejaba con la trompa parada esperando por su beso, todo para correr hacia la cuna de su princesa, una vez teniéndola en brazos y llenándola de besos, entonces iba a darle su beso a Hermione.

Su padre siempre se reía y decía que era un niño más, pues siempre fue una niña a la que le gustaban los deportes, tanto mágicos como muggles, jugaba toscamente con otros niños y amaba subir a los árboles, Hermione, por supuesto había estado asustada en cada paso del camino, pero Draco no, él confiaba en su princesa, en su niña. Dos años después de Antares llego a su vida Scorpius Malfoy, ambos padres estaban muy felices, tenían a la parejita, pero Draco quería pasar mucho tiempo con su nena, pues decía que cuando creciera no podrían pasar tanto tiempo juntos, como si podría hacerlo con Scorpius por ser hombre, ir a bares mágicos, ir a bares muggles de mala muerte, ya saben, cosas de "hombres" así que Hermione sentía desplazado a su pequeño Scorpius, y para Hermione, Scorpius era su adoración, su bebé, y debido a la marcada sobreprotección hacia él, Draco y Antares se volvieron más unidos.

Antares y Scorpius hablaron muchas veces de eso, sus padres no querían hacer marcadas las diferencias pero no podían evitarlo, eran sutiles, claro, pero estaban ahí, y a ninguno de los dos le importo, Scorpius amaba ser el niño de mamá, mientras Antares le encantaba ser la niña de papá, ambos también amaban mucho a sus dos padres, pero no podían evitar tener a su favorito.

Aun así eran una familia muy unida, su padre había aprendido tanto de la cultura muggle, mientras su madre aprendió de las costumbres de sangre pura, ninguno quería desentonar en el mundo del otro, había tanto amor en su familia que se notaba, iban a todos los eventos juntos, y cada navidad y año nuevo se daban un abrazo familiar, a veces, solo se quedaban en su casa, en la sala, riendo y tonteando mientras escuchaban música, otras veían partidos de futbol o Quidditch juntos, Antares no era particularmente fanática, pero amaba esos pequeños momentos en familia y no se los hubiera perdido por nada.

Cuando Antares se graduó de la universidad mágica en Magitectura, sus padres estaban sumamente orgullosos, tantas noches sin dormir, tanto esfuerzo había valido la pena, su madre no se cansaba de decirle.

-Tu padre esta tan hinchado como un pavorreal, esta tan orgulloso de ti.

Y ella amaba eso, después él mismo le dijo lo mucho que admiraba su esfuerzo, lo feliz que era de tener una hija como ella, y quiso hacerle saber, que la admiraba mucho, Antares estaba extasiada, siempre quiso hacerlo sentir orgulloso, pues ella estaba muy orgullosa de él, su padre, fue y será siempre, su adoración, y la persona mas importante de su vida.

Cuando Scorpius, salió con su domingo siete y les dijo que su novia desde los 16 años, Lily Potter había quedado embarazada, sus padres no pudieron mas que cuestionarlo, él aun no terminaba sus estudios, y ella tampoco, tenían que ver que iban a hacer.