Inseguridad.
Esa era la única palabra que podía describir lo que Yujin sentía en estos momentos.
¿De qué otra forma debería reaccionar su corazón a la imagen de su novio abrazando a Gunwook de esa manera?
Era consciente de la amistad y el fuerte vínculo de esos dos, pero no podemos culparlo de sentirse así; apenas es un adolescente experimentando su primer amor con quién solía ser solo su mejor amigo.
Tampoco es como que él fuera una persona que dudará de todo o todos, pero con las promociones y grabaciones de programas últimamente, apenas habían tenido un tiempo para ellos. Pero cuando lo tenían; Gyuvin solía irse con cualquiera menos con él.
Le dolía, y vaya que dolía como la mierda. Sentía que tanto su mente cómo su corazón estaban en desacuerdo de qué hacerle pensar; su mente le decía que fuera junto a su mayor y le diera a conocer como sus acciones le hacían sentir últimamente, pero la otra parte le impedía siquiera acercarse; pensando en que podría ser solo un niño molestando con pensamientos que se supone no debería tener.
Fue sacado de sus pensamientos cuando sintió a Ricky sentarse a su lado, quién al verlo tan perdido en su mundo decidió acercarse para consolar a su querido menor.
— ¿Vas a decirme que es lo qué te tiene tan decaído o debo traer a Hao hyung para que te lo saque a cosquillas?.— Yujin rió un poco ante las palabras del rubio, a pesar de su aspecto frío, este siempre sabía como sacarle una sonrisa.
—No es nada hyung, solo que Gyuvin hyung y yo no hemos hablado durante esta última semana. Ya sabe, pasa mucho tiempo con Gunwook. ¿Será que ya se cansó de mí? ¿O se habrá dado cuenta de que no soy lo suficientemente madu...¡Auch! ¡Hyung eso dolió!.— Sobo su cabeza un par de veces, ese golpe había sido más fuerte de lo que pensó.
—Deberías dejar de estar haciendo especulaciones e ir a preguntarle tú mismo. Si las cosas salen mal, sabes que Jiwoong hyung y yo podemos golpearlo.—
—¡No van a golpear a nadie!.— Mostró su dedo de manera amenazante a su amigo mientras suspiraba antes de levantarse y dirigirse hacía su chico.
Se detuvo unos metros antes de llegar a donde ambos chicos compartían risas y uno que otro susurró que lo hacían arrepentirse de su decisión. Su mente comenzó a hacerle dudar de nuevo, sintiéndose pequeño y aterrado de la respuesta de quién se supone debe ser su lugar seguro. Sintiéndose como la persona que sobrara entre ellos.
—¡Yujin! ¿Por qué estás llorando? ¿Qué sucede pequeño?.— No supo en que momento Gyuvin llegó a su lado, solo sintió aquellas manos que alguna vez solía tomar todo el tiempo limpiando las lágrimas que caían por sus mejillas. Genial, incluso estaba llorando.
—Gyuvin hyung...por favor no te enamores de alguien más.— Sintió su voz quebrarse y esa fue la señal que todos necesitaron para irse de la sala de prácticas, todos sabían que necesitaban esa conversación.
—¿Qué, de qué hablas? No me estoy enamorando de nadie Yujin, para mí solo existes tú.— Gyuvin solo estaba en su mente preguntándose que había hecho mal para que su niño estuviera diciendo esas cosas.
Yujin dirigió su mirada a la puerta por donde Gunwook había salido último y entonces lo entendió, recordó las veces que lo dejó esperando en su habitación por irse a jugar con Park, las veces que le ignoró solo por estar haciendo algo con su mejor amigo. Su pequeño estaba así por su culpa, y recién era capaz de entenderlo.
— Pequeño, lo lamento mucho. En serio lo siento. Lo que hice no tiene excusa ni justificación alguna, te hice sentir así por mis decisiones y actitudes.— Tomó el rostro de su niño para mirarlo frente a frente, sintiendo un gran dolor en su pecho al ver aquellos hermosos ojos, ahora rojos e hinchados.
Yujin no decía nada, y esa fue su señal para seguir hablando.
— No debería estar pidiéndote una segunda oportunidad después de tremenda pavada que hice. Pero quiero enmendar mi error, déjame demostrarte con acciones y no solo palabras que eres la única persona que mis ojos van a mirar por el resto de nuestras vidas. Déjame amarte una vez más Yujin, por favor.— Trago en seco para evitar soltar alguna lágrima traicionera, debía ser fuerte por ambos.
— Juro que si vuelves a hacer lo mismo, esta vez aceptare que Ricky y Jiwoong hyung te golpeen Kim Gyuvin.—
Entonces Gyuvin se permitió sonreír un poco, sabiendo que su pequeño era capaz de hacer aquello y mucho más.
Y Yujin al sentir los brazos del mayor al rededor de su cintura para darle el abrazo más reconfortante del mundo, volvió a sentirse tan amado cómo la primera vez que se conocieron.
