♡⁠🥀˖⑅field of roses⑅˖⁠🥀♡ //[Muitetsu]// (Muichiro x Kotetsu)

🥀Roses🥀

Capítulo 2

Empezó la pelea un golpe mal incestado, le costaría la vida. El demonio era muy rápido, que en un momento a otro se veía sobre una viga con su misma espada clavada.

—Admito que me sorprendiste, tú eres el pilar que derrotó a gyokko. —Miraba al pilar mientras lo "halagaba".

—Me importa una mierda lo que pienses de mi. —

En un momento a otro el pilar vio como aquel ser desapareció de su vista.

—Son como cucarachas, no se cansan de aparecer. —Decía el demonio, cortando la mano de aquel chico peli-azabache, que se encontraba escondido tras un muro.

—¡Genya! — gritaba el oji-celeste.

El demonio en un solo acto, cortó a aquel peli-azabache a la mitad, sin algún rastro de empatía.

—Se nota que no eres una persona normal, y que haz consumido demonios. Eso te hace especial, ya que ni estando en ese estado has muerto. Que habilidad tan-

El demonio fue interrumpido al percibir una presencia.

—El pilar del viento. — Decía para luego de esto desaparecer hacia otra dirección esquivando el golpe de el pilar.

Aquel hombre peli-blanco se encontraba cubriendo con su cuerpo a aquellos chicos mal heridos. — Así es, soy Sanemi Shinazugawa el pilar del viento. No lo olvides porque seré yo el pilar, que cortará tu maldita cabeza. — Con esto dicho el peli-blanco se lanzaba hacia el demonio, intentando acertar algún golpe. Mientras tanto el peli-azabache no podía evitar tratar de ayudar al oji-celeste, que se encontraba tirado el el piso luego de quitar su katana de su pecho. No podía parar de pensar en aquel chico de máscara, le había prometido algo, que quizá no podría cumplir, el estaba consciente de lo que podía llegar a pasar en aquella batalla, pero no podía morir, no antes de confesar que amaba a aquel chico peli-azabache. Hecho esto decidió pelear, pelear por aquellos a los que amaba.

—Lo siento kotetsu, no podré cumplir nuestra promesa. —Decia para si mismo en un susurro ahogado, para luego dirigirse al mayor. —Escucha Genya, la perdida de sangre me está debilitando, no seré muy útil en la batalla, así que si vez que hay, aunque sea una oportunidad para matar al demonio, ya sea que yo esté ahí no dudes en disparar, aunque yo esté en tu camino, dispara.— El mayor no alego, hizo caso al menor y empezó la pelea, el pilar del viento y de la niebla peleando frente a frente contra la primera luna superior. En eso de repente, una presencia se hizo visible, el pilar de la roca se había unido a la batalla, ahora el oji-celeste se sentía un poco más relajado, el pilar de la roca era uno de los más fuertes y en esta pelea ayudaría mucho.

Golpes y sangre por doquier, un cansancio se hacia presente, pero debían terminar con esto, cieste lo que cueste. En un movimiento tokito tuvo la oportunidad, fue un momento exacto, lo hizo, pensó en el, el chico que le hacía sonreír, en como viviría después de la derrota de los demonios. Y clavo su espada en el torso de el demonio, activando un carmesí en su espada, ahora la regeneración del demonio era lenta, ardía. En ese momento activo uno de sus ataques más fuertes, lunas salían por doquier cortando todo a su paso. Y así fue, cortó todo a su paso.

—¡Muichiro! —Gritaba el peli-blanco, en un grito ahogado, como podía ser esto posible, el menor estaba partido a la mitad, aunque, seguía manteniendo el agarre de su katana.

— Morirás aquí. — decía el , oji-celeste, mirando al contrario de manera fría.

Ante esto el demonio no pudo evitar reír, es decir, quién estaba partido a la mitad, le sorprende que después de eso el pilar no muriera cuánta determinación se puede tener para aguantar eso. Desde que la hoja de la katana se torno carmesí, le era imposible dejar de sentir aquel fuego quemandolo.