𝔉𝔬𝔲𝔯

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Remus estaba simplemente impresionado, Sirius conocía un grupo de motocicleros geniales y de los más buscados, los cuales hacían carreras ilegales que Remus nunca llegó a asistir. Ese chico cada vez lo sorprendía y atraía todavía más. Lo miró expectante cuando Sirius le susurró en el oído que iría a buscar a alguien para presentarle y que lo esperara ahí. Claro que Remus no se esperaba nada extraño, solo asintió y esperó mientras veía la grandiosa carrera que se avecinaba.

Le pareció extraño cuando este no volvió al empezar la carrera, pero Remus siguió esperando mientras veía aquella increíble competencia, como Sirius le había contado.

Había un chico que ganaba todas las rondas y que incluso hacía miles de trucos que sumaban miles de puntos a su favor, Remus estaba realmente impresionado. Pero más lo estuvo cuando, aquel chico de casco y grandiosa moto, se acercó hacia él. Remus miró a su lado buscando a quien buscaba este hombre. Entendió cuando el chico misterioso sacó su casco. Sirius lo miraba con esos ojos grises y sonrisa que dejó a Remus con la boca abierta.

Esa sonrisa indicaba que Remus estaba seguro, estaba enamorado de este tipo. Y era el tipo más interesante que pasó por su puta vida.

—¿Te creías el único que hacía cosas malas?— Sirius le meneó la cabeza, tomando el porro de sus manos y llevándolo a sus labios. Remus sintió su piel y corazón derretirse, y su pantalón apretarse. Negó rotundamente con la cabeza.

—Sirius Black, todo un chico malo— dijo en burla, pero le encantaba. Sirius sintió que si Remus le insultaba incluso, igualmente tendría ganas de comerle la boca— Esta belleza es increíble— señaló la moto que sostenía Sirius entre sus manos cubiertas por los guantes de cuero. Tenía una camiseta sin mangas que dejaban ver sus tatuajes y sus grandes brazos. Remus sabía que él mismo estaba en forma, pero este chico parecía hacer pesas todas las semanas. Se mordió el labio. Sirius disparó su mirada hacia allí.

—Ves, había que profundizar mí estilo punk— Remus emitió un "aah sii" asintiendo irónicamente para luego reír al recibir un golpe del azabache.

—¿Y te dan dinero por esto?

—Si, pero realmente lo hago por diversión— se encogió de hombros y Remus pensó que él era lo más lindo que vió del mundo.

—¿Y qué hacemos ahora chico malo?— volvió a encogerse de hombros, dejándolo un poco a Remus. Pero enseguida agregó.

—Bueno, conozco un par de personas, podemos ir a una fiesta de por aquí— Remus sonrió y dejó que él lo arrastrara a dónde él quisiera, no iba a retenerlo.

Luego de varias copas, cervezas y sustancias ilícitas de por medio, Remus decidió que era hora de llevar a un Sirius medio borracho hacia su casa. El chico de pelo largo lo miraba entre sus brazos mientras él lo llevaba hacia su casa, sabía que no tenía una limusina, pero podría acompañarlo a pie.

—Remus Lupin— hipó tocando su nariz y se recostó sobre él como si estuviera por dormir, por quinta vez en la noche. Era difícil, Remus no lo negaba. Era como llevar a un niño a casa luego de ir al cine y salir tarde. Pero aquello no le evitó tener una sonrisa cosquilleando sus labios.

—Sirius, para ya.

—Remus Lupin— hizo una larga pausa y el castaño lo miró— ¿Vamos a tu casa? ¿Si?

—No, te llevo a tu casa, vas a estar más como–

—Lupin, quiero ir a tu departamento— dijo insistente, Remus no pudo decir que no. Lo miró más tiempo, Sirius tenía ojos de cachorrito y un puchero que deseaba borrar a besos. Remus odiaba a Sirius. Lo odiaba por ser tan malditamente atractivo.

Cuando llegaron al departamento de Remus, Lily no estaba, y lo agradeció. Tomó a Sirius del brazo y lo llevó hasta la cocina. Este se apoyó en una mesita alta y larga en forma de L que se encontraba ahí y esperó por Remus. Este sacó una pastilla, probablemente para un posible dolor de cabeza en lo que restaba de la noche, y un vaso de agua. Miró el departamento y este estaba muy ordenado, con lindos tonos marrones y blancos, muy Remus. Y Remus se veía lindo, pensó Sirius, sonriendo.

—¿Qué te pasa?— Remus lo mira, pasando sus manos por su cabello. El ojigris no dice nada, se encoge de hombros y mueve sus pies, tomando ahora el vaso de agua que le pasaba Remus.

—Creo que eres hermoso— Remus boqueó, sin saber muy bien qué decir. Se preguntó si un ser humano podría ser capaz de causarle ese movimiento exagerado de su corazón. Siguió mirándolo, entre la poca luz del departamento y la luz de la luna que entraba por las ventanas.

—¿Vas a–? —Abrió la boca y la cerró, tosiendo— ¿Vas a dormir en mi cama?— miró al piso y luego de nuevo al rostro de Sirius. El se mordió el labio y se movió, asintiendo.

Remus sabía de antemano que le dejaba la cama a Sirius, pero sinceramente, no sabia que decir ni qué hacer. Nunca le había dicho tal cosa de una forma tan real. Con tantos sentimientos de por medio. Claro, se lío y tuvo sexo con varios tipos antes, le decian que atractivo, ¿Pero hermoso? ¿Así como Sirius lo había dicho? Nunca. El mundo le había hecho sentirse a veces incluso insuficiente, pero Sirius le hizo sentirse simplemente bien, correcto. Con Sirius, el mundo podría parecer un poco más lindo, seguro.

Lo llevó a la cama y cuando tocó la almohada, se quedó dormido. Remus sonrió, se sentía un poco estupido, expuesto tal vez. Avergonzado de las cosas que el chico le había hecho sentir en tan poco tiempo, nunca creyó posible tan fuerte sentimiento. Lo miró unos segundos, segundos que parecieron horas, días, meses. Se levanta y busca una manta en su armario, llevándolas al sofá.

Horas después, había llegado Lily, con una pequeña sonrisa mientras se sacaba su típico gorro rojo. Remus se levantó despacio, abriendo de a poco los ojos.

—Ay, Remus, lo siento, no quería despertarte— se acercó al castaño y puso una mano en su brazo— ¿Qué haces aquí?— miró hacia los lados confusa.

—Vino Sirius— susurró, Lily le alzó las cejas juguetonamente y Remus le soltó un pequeño golpe— Está durmiendo en mi cama— señaló con su cabeza hacia su cuarto. Lily hizo una mueca, entendiendo.

—Hubieras dormido con él— se encogió de hombros y rió cuando Remus hizo un gesto burlesco y le saco la lengua— Bueno, te dejo dormir.

—Eh, pero, ¿A ti cómo te fue? Vi esa sonrisa, Lily— ella se puso medio roja, casi como su cabello, mordió su labio mirando al suelo.

—No paso nada, es un idiota. Es el chico que te dije que viene pidiéndome salir todos los días que me ve en la cafetería. ¡Va solo para eso!

—Por dios, te encanta— negó con la cabeza, pero su sonrisa brillaba hasta en la oscuridad de la madrugada. Remus amaba verla feliz. Decidió que le caía bien James— ahora si, ve a tener sueños húmedos con tu hombre y yo aquí con el mio, adios— Lily se marchó riendo escandalosamente y Remus volvió a dormirse.

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Holaa

2 capitulos en un día.

Me di cuenta que son súper cortitos memeo.

Bueno, no importa, 2 caps en un día y todo por mi amigacha Vicky.

Muaks

Tell me something about you - WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora