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Parte 00.- Prólogo

Carajo, qué día tan agotador

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Carajo, qué día tan agotador. Desde la mañana, la escuela ha sido un completo desastre, y la práctica de voley no ha sido mucho mejor. Cada paso que doy en la cancha se siente como caminar sobre gelatina.

Hoy estamos teniendo un entrenamiento especialmente intenso. El equipo se está presionando para mejorar nuestras habilidades de saque y recepción. Estoy dando todo de mí, corriendo de un lado a otro para salvar cada balón que viene hacia nuestro campo. Mi corazón late acelerado mientras intento anticipar cada movimiento de la pelota. Pero, por más esfuerzo que ponga, mis compañeras parecen tener problemas para rematar correctamente.

- ¡Vamos, chicas! ¡Necesitamos concretar estos puntos! - grito, animándolas a todas.

La capitana del equipo, Yui, se acerca a mí con una expresión seria en su rostro. Sus palabras golpean mi espíritu.

- T/n, estás haciendo un gran trabajo como libero, pero necesitamos mejorar la coordinación en el ataque. No importa cuántos balones salves si no logramos rematar con fuerza y precisión.

Suspiro con frustración. Sé que tiene razón, pero a veces siento que todo el peso del equipo recae sobre mis hombros. Como libero, mi deber es defender y recibir los saques, pero no puedo hacer todo el trabajo sola. Si tan solo pudiéramos sincronizarnos mejor, seríamos imparables.

Finalmente, la práctica ha terminado. Recojo mi bolso y camino hacia la salida del gimnasio, agotada pero determinada a no dejarme vencer por la negatividad. Necesito un descanso, algo que me anime después de este día de mierda. Y sé exactamente dónde encontrarlo.

Me dirijo a la tienda de Ukai, una pequeña tienda de conveniencia cercana a la escuela. Allí tienen los mejores helados de la ciudad y siempre me ayudan a olvidar mis preocupaciones, aunque sea por unos minutos. Entro a la tienda y me dirijo directamente al refrigerador, donde la variedad de colores y sabores me deslumbra.

Estoy a punto de agarrar mi helado de soda favorito cuando, al palpar los bolsillos de mi abrigo, no siento mi billetera. Maldición, debo haberla dejado en casa. Esto no puede estar pasando. Hoy es uno de esos días en los que todo sale mal.

Mientras trato de buscar una solución, noto a un chico parado cerca del refrigerador, esperando su turno para abrir la puerta y sacar un helado. Su cabello marrón con un mechón rubio lo hacen destacar. Además, lleva puesto el uniforme deportivo de nuestra escuela, Karasuno. Al parecer, se percata de mi enorme mueca de malestar y se acerca preocupado.

- Oye, ¿estás bien? ¿Pasa algo? - me pregunta con una sonrisa amable.

Levanto la mirada y nuestros ojos se encuentran. Es la primera vez que lo veo, pero algo en su actitud me hace sentir un poco más tranquila.

- Oh, hola... No, todo bien, solo que... olvidé mi dinero y no puedo comprar un helado de soda. Es mi favorito, pero... ya sabes. Supongo que no es gran cosa. - le respondo, viendo mi delicioso helado el cual que yace en el refrigerador.

𝑰𝒄𝒆 𝑪𝒓𝒆𝒂𝒎 𝑺𝒐𝒅𝒂 🧊 {Nishinoya Yuu × Tu} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora