Único

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A menudo Park Jisung solía estar envuelto en una increíble desesperación agobiante, se pasaba noches enteras comiéndose la cabeza, pensando en nuevas ideas para sus próximas obras, pero nada le funcionaba, nada lo sacaba de sus espantosos bloqueos artísticos.

¿Cómo se inspiran los artistas? De incontables maneras, cada persona es diferente y cada una busca la respuesta de maneras que incluso pueden ser inimaginables. Unos les llega de la música, otros cuando miran el cielo, algunos se inspiran de las obras de otros y también hay personas que encuentran la inspiración es personas que aman.

¿Cómo se inspira Park Jisung? Él ahora tiene su propia forma de hacerlo, conlleva más contacto, placer, besos, roces, caricias, palabras dulces que al final lo ayudarán a escribir cada uno de sus diálogos, necesita experimentarlo, sentirlo, vivirlo. Necesita a su asistente, Zhong Chenle, lo necesita entre sus brazos, lo necesita debajo de él implorando por más, tenerlo cerca, demandarle contacto, sus labios, su ojos, su cuerpo, su voz, sus suspiros, lo necesita todo de él, porque Chenle es la única razón por la cual aún puede sentarse en ese escritorio y escribir. No hay nadie como Chenle, sin Chenle, él y toda su carrera están prácticamente acabadas.

Esa necesidad y deseo podría llamarse amor.

( ... )

Chenle entró al departamento, deshaciéndose de sus zapatos en la entrada y poniéndose unas pantuflas en su lugar, caminó por la casa, dejando unos cuántos libros que traía consigo sobre la barra de la cocina, para luego dirigirse a la habitación principal, y sin tocar la puerta, entró al espacio de trabajo de Park Jisung.

Chenle hizo una mueca, la escena que tenía en frente le parecía tan lamentable, pero de todas formas no era la primera vez que veía a su jefe en tal estado deplorable. Ahí estaba él, mordiéndose las uñas mientras veía quién sabe qué en su computadora, que era la única luz de la habitación, pero era la suficiente iluminación como para que Chenle alcanzara a ver las enormes ojeras adornando los ojos de Jisung, mientras que su escritorio estaba repleto de basura, comida, snacks y una taza de café que parecía haber sido llenada cientos de veces. Chenle soltó un pesado suspiro, caminó hacía él tomando una de sus libretitas y golpeando sin ningún tipo de descaro la cabeza de su jefe.

La palabra jefe no le intimidaba.

Jisung soltó un quejido, luego sobó su cabeza volteando en dirección al culpable que lo había golpeado sin ningún tipo de compasión.

Pero al poder divisar su rostro entre la oscuridad, no pudo evitar abrazarlo por la cintura, recargando y restregando su cabeza en su pecho, él ya conocía a Chenle, era la única persona que tenía permitido llevarse de tal manera con él, nunca podría enojarse con él.

─ ¿Me puedes decir qué estabas haciendo? Te recuerdo que el lunes es la entrega de tu obra a la editorial.

Jisung no respondió al instante, parecía que no quería separarse del chino menor, ahora mismo no le importaba nada. ─ Te extrañé.

Chenle rodó los ojos, un gesto que se ve muy a menudo en él cuando está cerca de su jefe. ─ No me cambies el tema. Por cierto, ¿Por qué demonios está tan frío aquí?

Se deshizo del agarre del Park para encender las luces, frunciendo el ceño al ver el desastre en su habitación y yendo a apagar el aire acondicionado que tenía el lugar congelandose.

ꜥꜤ 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙤 ╱ chenji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora