Amor sin esperanzas

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Encontrar el amor en lugares sin esperanza

Unos murmullos lejanos le sacaron de su inconciencia, una mano gentil y dulce le acariciaba la frente. Su cuello dolía y su cuerpo estaba caliente como si estuviera dentro de unas brasas, trato de enfocar su vista y la luz cegadora le hizo girar la cabeza con brusquedad.

Escucho el sonido de unas cortinas cerrarse y mas murmullos, cuando pudo abrir los ojos se encontró con el rostro sudoroso de Poppy Pomfrey sonriéndole, pasaba su mano con cuidado por su cara, trato de articular palabra, pero la enfermera la detuvo.

__No hables todavía. Aun tienes lastimada la garganta__dijo Poppy retirándose hacia una mesita y trayendo algunas pociones, le ayudo a incorporarse y le paso algunos viales. Los tomo haciendo una mueca de dolor y asco.

Estaba consciente, pero de alguna manera su cabeza era una masa nublosa de pensamientos, su cuerpo dolía terriblemente y sentía ardor por todas partes. Se quedo en la cómoda cama mirando hacia la nada hasta que el sueño volvió a consumirla.

No supo con exactitud cuántas hora había dormido, que día era o siquiera donde estaba. Abrió los ojos y al parecer su cuerpo estaba mejor, se sentó en la cama, miro sus manos estaban magulladas, tenia unas vendas en el cuello; le asfixiaban. Hizo un movimiento brusco por levantarse, pero su cabeza empezó a girar en todas direcciones. La enfermera llegó con una bandeja y la dejo en una mesa.

___No deberías ser tan brusca al levantarte. Has estado inconsciente durante dos semanas y decías muchas incoherencias, espero que esto ayude a mejorar tu cabeza y un poco de hidromiel le sentara bien a tus cuerdas vocales. Me alegra que estés despierta después de todo Severin.

La mujer solo asintió y tomo los frascos, su pelo estaba trenzado, su palidez hacia que sus labios se vieran amoratados, Pomfrey le paso una bandeja con avena y agua. Se tomo toda el agua enseguida y trato de comer la avena.

___Voy a llamar a Minerva. Ha estado muy preocupada por tu mejoría, Harry no ha parado de preguntar por ti, ese chico tiene un gran corazón.

La mano derecha de Snape tembló un poco, volvió asentir con parsimonia y Pomfrey fue en busca de Minerva. Se quedo pensando en los ojos de Harry, ese sentir extraño que había surgido por aquel muchacho no era correcto y lo iba a enterrar junto con todos sus otros sentimientos.

Minerva y Poppy abrieron la puerta, Macgonagall se apresuró a llegar hasta la cama, la miro de arriba abajo sin poder creer lo que estaba viendo. La traidora Snape estaba despierta.

____Estas viva. Por Merlín, esto es un milagro, esa serpiente te degolló el cuello Potter no dejaba de gritar que necesitabas ayuda. Trajo a unos Medigamos de San Mungo, debo avisarle que ya despertaste.

___Snape se tensó y le agarro la mano con fuerza___¡No! No le digas nada a Potter todavía. Cuando me haya curado completamente hablaré con él____su voz salió rasposa y extraña, casi en un susurro.

___Esta bien, no le diré nada. Pero debes saber que las noticias corren rápido y se va enterar de que estas despierta por terceros, o peor por el Profeta.

___Solo necesito tiempo, no quiero lidiar con nada por ahora. Necesito descansar estoy exhausta.

Minerva asintió y dejo el lugar, luego de unos minutos Poppy le preparó un baño con agua caliente y aceites. Severin se levantó y el mundo empezó a girar camino hacia el baño y se sumergió en la tina. Mojando su pelo, enjugando la sangre de sus manos y toda la suciedad que deja una guerra o al menos la suciedad física, porque las heridas internas siempre estarán ahí. Se lavo el pelo, lo recogió en un moño, frente a su cama había ropa limpia, una falda oscura y una blusa blanca junto con una chaqueta suya. De color borgoña, se vistió y seco su pelo. Pomfrey le vendo la herida y volvió a dormir.

Un  hijo para los PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora