Sentado en una mesa cerca de la barra de bebidas, aun recordaba las palabras de Jessica.
"Para ser alguien joven, estás acabado, Miguel."
Volvió a resoplar con molestia, dejando que su agrio aroma saliera a relucir su sentimiento. Admitía que desde que salió de la universidad y sus pasantías dedicaba su vida únicamente al entorno laboral. Sin sobre pensar mucho socialmente. También admitía que no era alguien muy afectivo y con pocas relaciones. Era un Alfa que detestaba estar con omegas.
"Hoy saldrás, no quiero verte por aquí hasta mañana. Toma, ve a este lugar. Yo me encargo de todo."
Le había entregado un pequeño papel perfectamente doblado con una dirección concreta.
Nunca hubiera imaginado que sería un club nocturno gay. Solo había hombres Alfas (clientes) y Omegas (quienes eran el centro de atención). Lo único bueno que tenía era que era formal, casi no pareciendo un club nocturno. Lo único que indicaba algo así eran los striper's y la variedad de luces del local. Variando desde azules, verdes a rojas y amarillas.
Tomo otro trago de su copa. La única razón por la que no se había ido era porque servían buenos cócteles y excéntricas bebidas. El alcohol siendo su aliado desde hace tiempo atrás.
Desde ya hace un buen rato que no había nadie a su alrededor. Ocasionalmente algún empleado trataba de coquetearle, pero lo rechazaba de inmediato.
Todos los Alfas estaban cerca de las plataformas donde estaban bailando algunos Omegas.
De forma inconsciente olfateaba cada que un Omega se acercaba, era algo que hacía desde que tenía memoria. Siempre era el mismo resultado, un aroma tan dulce que se volvía irritante y, sobretodo, desagradable.
Cuando los gritos de júbilo aumentaron en demasía, supo que algo muy emocionante había pasado. Sin darle mucha importancia, volteo a ver qué era lo que sucedía.
Encontrándose con un espectáculo digno de ser una fantasía de todo Alfa.
Un omega enmascarado y semis-desnudo bailando eróticamente. Al ritmo de la música de fondo, pasando varias veces sus manos por todo su cuerpo.
Moviendo con sensualidad sus caderas de un lado a otro, pegando su entrepierna al tubo de metal. Su plataforma era diferente a las demás, en ella había un tubo metálico y un espacio vacío alrededor de la plataforma donde se colocaba el dinero del público.
El bailarín daba varias vuelvas alrededor del tubo antes de hacer una pose a sus entusiastas espectadores.
─ ¡Chico lindo, por aquí! ─Grito uno de los Alfas de la primera fila. Recibiendo un gesto de beso del bailarín. ─ ¡Enseña tu lindo culo para mí! ─Los colegas de tipo apoyaron la idea entre risas.
Un gruñido quiso escaparse de sus labios al oírlo, pero a duras penas logro contenerlo.
─ ¡Eh, omega! ¿Puedes hacer tu pieza? ─Grito otro sujeto. ─ ¡Enséñanos lo mejor de ti, Parker!
Con ese comentario, llegaron una multitud de animados gritos pidiendo lo mismo, algunos soleados comentarios muy lascivos sobre enseñar todo su cuerpo en especial sus nalgas. El hombre enmascarado detuvo su baile. Haciendo un fingido gesto de duda. A lo que con rapidez, los Alfas depositaron varios billetes en el espacio de la plataforma.
─Pensé que nunca lo pedirían.
Con ese simple verbalización. Hizo que se levantará de su puesto y se acercará, dejando de lado su bebida.
Esa voz había despertado curiosidad en él, tal vez algo más que solo curiosidad. Sentía la necesidad de oírlo más de cerca. Y así lo hizo. Sin medir sus movimientos, se colocó en la primera fila. Aunque tuvo que empujar a varios sujetos.

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Dulce tentación.
FanfictionMiguel O'hara era un Alfa muy reservado y un hombre ocupado. Pocas veces se le veía fuera de su oficina, adicto al trabajo lo catalogaban sus compañeros. Pasando más de 10 horas en su oficina, sin vida social más allá de la que compartía con sus col...